Las importaciones, principalmente de China, opacaron la manufactura de los productores de bolígrafos en México, pero se está por desatar una batalla campal por el mercado nacional.
Firmas como BIC, Pilot, Zebra y Pentel, entre otros, ya están coordinando esfuerzos por medio de la Asociación Nacional de Fabricantes de Artículos Escolares y de Oficina (Anfaeo) para dialogar con el gobierno de México y generar un piso parejo para lo que ellos llaman una competencia “informal”.
“Si hacemos mucho hincapié en que la administración federal tome las medidas para asegurarse que los productos que ingresen cumplan todos los requisitos de normas fiscales, de normas de protección al consumidor y calidad”, explicó a MILENIO Paula Griglione, directora general de BIC México y Ecuador.
Información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) muestra que al primer semestre de 2025 se produjeron en México 385.2 millones de bolígrafos, 53.7 por ciento menor a lo reportado en el mismo lapso de 2018.
Por otro lado, datos del Banco de México (Banxico) exponen que se importaron en los primeros seis meses del año 577.1 millones de piezas, apenas 2.2 por ciento mayor a lo reportado en 2021, de los cuales 47 por ciento provienen de China. Esto habla de que el consumo de bolígrafos en el país se mantiene estable pero teniendo como principales ganadores al producto que llega de otras naciones.

Paula Griglione dijo que BIC, por separado a los esfuerzos que hacen con la asociación empresarial, comunican a los consumidores que apuesten por calidad, más ahora por los tiempos de incertidumbre económica.
“Buscamos como compañía comunicar nuestra propuesta de valor en términos de rendimiento”, explicó.
En un comunicado reciente, la Anfaeo dijo que apoyan la facilitación comercial pero siempre y cuando no sea a costa de la legalidad, ni de la competencia justa.
Remarcó que la simplificación de trámites es bienvenida “sólo si se acompaña de trazabilidad digital desde la aduana hasta el punto de venta; cruces fiscales automatizados para prevenir fraude y subvaluación; así como estándares de calidad y seguridad exigibles para proteger al consumidor mexicano”.

Regreso a clases, campo de batalla
El regreso a clases es muy importante para la industria de artículos escolares y de oficina , pues entre julio y agosto obtienen estas empresas 55 por ciento de sus ventas anuales, por lo que es crucial para ellos en estas fechas defender su presencia en el mercado y poderse adaptar a las necesidades de los clientes, ofreciendo el mejor balance calidad-precio.
“Vemos que el mercado no va a crecer, el consumidor está muy ávido de buscar ofertas, promociones, de informarse dónde es mejor comprar, pero también de conocer qué productos son los que realmente le van a ofrecer valor por su dinero”, explicó la directora general de BIC México.
Datos del Inegi muestran que el costo de los bolígrafos en el país aumentó en el último año alrededor de 4.5 por ciento, muy similar a como avanza la inflación general; sin embargo, hay empresas que mantienen costos competitivos para ganar clientes.
“Estamos en un momento donde la familia tienen que buscar opciones para poder hacer rendir el dinero, nosotros comunicamos más masivamente todo lo que tiene que ver con este compromiso de “no saber fallar” cuando ofrecemos productos de calidad y alto rendimiento”.
“Pero también buscamos la parte de innovación, porque la trascendencia no es solamente, con el producto más eficiente, también es el momento de incorporar nuevos porque es un momento de emoción para muchos estudiantes y donde se buscan cierta retribución”, explicó.

Innovación, clave para la rentabilidad
La innovación de productos de alto valor se nota y más cuando las empresas logran hacer rendir sus inversiones.
Datos del Inegi muestran que el valor de la industria de bolígrafos cerró el primer semestre del año en mil 210.7 millones de pesos, que si bien es 27 por ciento menor a lo reportado en 2018, es también casi 28 por ciento mayor a lo que reportaron en 2024, con este afán de elevar la rentabilidad.
“El punto ahí es monitorear permanentemente lo que tiene que ver con qué es relevante para el consumidor y cuáles son las tendencias, qué es lo que el consumidor está buscando y por lo que está dispuesto a pagar”, refirió.
Aranceles, otra “red flag”
Por otro lado, un riesgo inminente para la industria nacional también es la imposición de aranceles a productos mexicanos en Estados Unidos, a lo que BIC -el cual tiene la mayor fábrica de bolígrafos y productos de papelería de la empresa a nivel mundial en Cuautitlán Izcalli, Estado de México- mantiene una vigilancia puntual sobre la relación bilateral.

Paula Griglione expuso que ellos al momento no tienen considerado mover su producción del país, en cambio hace poco anunciaron la puesta en marcha de una nueva línea de producción, que se suma a la inversión que realizaron el año pasado en Ramos Arizpe, Coahuila.
“En julio trajimos una nueva línea de producción que es la de cuatro colores. Entonces seguimos manteniendo nuestros planes de fortalecer lo que es la planta local. Nosotros tenemos un proceso de producción que está muy integrado, recibimos la materia prima básica y acá hacemos todo, lo que es el punto, la tinta, el moldeo, entonces el proceso de producción de acá es completo”, explicó.
Destacó que en los últimos ocho meses le probaron a la empresa que el gobierno de Estados Unidos es muy volátil y muy cambiante entonces “es difícil arriesgar el pronóstico en ese sentido”.
AG