Política

Morena se disciplina con fuego amigo

  • Punto de Encuentro
  • Morena se disciplina con fuego amigo
  • Marco Antonio Rodríguez Blásquez

El ADN de la izquierda mexicana ha sido dominado por las divisiones internas y traiciones que se han dado en los círculos compactos y de poder que dirigen los partidos, tal y como ocurre en estos momentos, con Adán Augusto, al que callaron, y a Monreal, al que borraron.

La historia se repite, así como AMLO estando en el PRD rompió con los Chuchos, Jesús Zambrano y Jesús Ortega, ahora con los movimientos de Adán Augusto y Monreal la presidenta Sheinbaum envía señales de control y disciplina, buscando la unidad, más no la división.

Morena surgió por las divisiones políticas y traiciones al interior del PRD, al igual que este partido fue producto de las divisiones internas del PRI, que dieron origen en 1988 a la Corriente Democrática encabezada por Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez y Cuauhtémoc Cárdenas.

Mientras los hechos recientes que involucran a Adán Augusto no representan una traición, más bien son un reacomodo al interior de Morena, después de que este pretendió mostrar músculo en un evento celebrado en Tabasco, por lo que lo pusieron quieto a cambio de no fincarle responsabilidades en el caso de su ex secretario de seguridad, Hernán Bermúdez, ahora prófugo de la justicia.

Monreal, que tradicionalmente ha desafiado las decisiones de Morena, vio venir un duro golpe a través del fuego amigo, más aún cuando su nombre y el de su hermano aparecen en la lista de políticos que Trump pretende que sean extraditados, por lo que prefirió no exponerse y dar por terminadas sus futuras aspiraciones.

Ante este escenario es factible predecir que Sheinbaum podría haber dado inicio a la consolidación de su liderazgo, por los motivos que a mi parecer expongo:

1. Los movimientos contra Monreal y el “estate quieto” a Adán Augusto, demuestran que ya está operando, lo que retribuye en un reforzamiento de su mandato ante las tribus que buscan nuevos espacios de participación, sobre todo de militantes de Morena que han sido desplazados por personajes que acceden a cargos de elección o administrativos sin haber demostrado su linaje de izquierda. De ahí que en el pasado Congreso de Morena, entre los puntos de acuerdo estuvo nombrar una Comisión que evalúe los perfiles de aspirantes a pertenecer a ese partido.

2. Se observa una estrategia de contención frente a los duros, representados por los obradoristas, que a diferencia de los moderados y leales buscará consolidar su liderazgo, integrándolos en tareas en el Congreso en donde las distintas corrientes de Morena tendrán incentivos para alinearse.

3. Morena, más que un movimiento, es ya un partido en el poder, y a Sheinbaum lo que le toca es administrar ese poder con estrategia, sin ceder el control, y obtener resultados en el corto plazo. De lograrlo haría lo que nadie ha hecho en la izquierda: mantener la unidad sin implosionar.

Sin embargo, para que el anterior escenario sea exitoso, habrá que considerar el factor AMLO, cuyo poder no estará dispuesto a discutir y menos a compartir. La percepción que se tiene sobre este supuesto es que la unidad de Morena, no es espontánea, es el propio ex presidente quien la dirige, al ubicar a su hijo en la secretaría que tendrá bajo su responsabilidad elegir los perfiles que contenderán en el próximo proceso electoral, con lo que envía un mensaje a las bases de que no hay lugar para dobles mandos.

Falta poco tiempo para esto. Habrá que esperar.


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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