Recientemente, legisladores de Morena se han manifestado por eliminar la toga en el Poder Judicial; han presentado una iniciativa con el fin de suprimir que sea usada por los ministros durante las sesiones del máximo organismo de la nación en la impartición de justicia, argumentando que su uso representa lejanía y elitismo y que la justicia debe reflejar cercanía con el pueblo.
La toga se considera un símbolo de autoridad y tradición que en nuestro país se remonta al año 1941, en donde se estableció la obligatoriedad de su uso para jueces y magistrados del Poder Judicial durante las audiencias públicas, reuniones y actos solemnes. También se ve como una forma de mantener el respeto y autoridad de los juzgadores.
Su uso se remonta a la antigua Roma, donde era una prenda distintiva de cónsules, sacerdotes, senadores y jueces. En algunos países la toga es un símbolo de respeto y autoridad en la impartición de justicia.
Durante años el uso de la toga ha estado en el centro de múltiples debates con posicionamientos distintos en un mismo contexto, con interpretaciones diferentes, como el relacionar su uso con la autoridad en la impartición de justicia y otro muy diferente como un símbolo de elitismo y privilegio del pasado. Pero también se utiliza en el ámbito académico, en ceremonias como graduaciones y eventos de mayor solemnidad como la presentación de tesis doctorales.
La toga cumple con una función esencial al separar al individuo de la actividad que desempeña, es decir, el juzgador no actúa en nombre propio, sino lo hace como representante de una institución, que es el Poder Judicial, de ahí la importancia de su vestimenta.
Es como si el cura al oficiar la misa lo hiciera sin el atuendo de la sotana, lo que seguramente repercutiría en la identidad sacerdotal, ya que el uso es considerado como una tradición y disciplina eclesiástica. La toga es un símbolo que representa respeto y autoridad y la sotana es un símbolo de fe y solemnidad.
Ahora bien, el futuro titular del Poder Judicial propone que los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación porten trajes de gala de las comunidades indígenas como una forma de representar la diversidad cultural de México y acercar la justicia al pueblo.
La propuesta del nuevo titular del Poder Judicial, Hugo Aguilar Ortiz, si bien pretende que el uso de la vestimenta tradicional de comunidades indígenas sea visto como un gesto de inclusión y reconocimiento a la diversidad cultural, en la práctica su efecto será contrario, ya que el uso de esa vestimenta, además de no ser auténtico en los ministros, solo representa una mínima parte de la diversidad del país.
Si bien el usar la toga no implica un acercamiento directo con el pueblo, su uso es el reflejo de autoridad en la emisión de sentencias protegiendo los derechos fundamentales de los ciudadanos, por lo que la solemnidad del uso de la toga no puede perderse.
Aún está presente el hecho bochornoso que protagonizó el senador Fernández Noroña, cuando al acudir al parlamento europeo, su vestimenta no fue la que marca el protocolo y la importancia de este foro, conformado por los países de Europa central. Su intervención en aquel escenario, más que poner en alto el nombre de México, desató cientos de comentarios en redes sociales en distintos países, burlándose del senador.
¿Qué imagen se dará hacia el exterior con la eliminación del uso de la toga para que los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación acudan con vestimenta que no corresponde?