La lluvia trae buenas noticias para la sobrevivencia al caer el vital líquido, pero es también motivo de la conducta en algunos organismos poco conocidos, ya que el interés común se orienta más a lo cercano como son las mascotas que conviven con la familia y que en esta temporada padecen enfermedades causadas por hongos y bacterias ante el incremento de humedad.
Los animales que viven a la intemperie buscan un refugio, cambian sus hábitos de alimentación e incluso para muchos la temporada de lluvias es momento favorable para la reproducción.
En el caso del caracol de jardín se observa que, después de la lluvia, abunda su presencia en patios y andadores fuera de las áreas con vegetación. Un motivo aparente es porque se desplaza más fácilmente y se alimenta mejor, siendo cuidadoso, ya que no sale del refugio mientras llueve para que las gotas o el granizo no dañen su caparazón.
Otro ser vivo fuera de áreas jardinadas es la lombriz de tierra, un benéfico mejorador del sustrato. De acuerdo con diversas investigaciones, como reporta Live Science, las gotas de lluvia simulan el sonido de los depredadores y hace que las lombrices escapen a la superficie; otra explicación refiere que salen porque con agua en abundancia pueden ahogarse. Sin embargo, el investigador Lowe publica en la revista Scientific American que las lombrices respiran a través de la piel y requieren humedad, por lo que pueden sobrevivir sumergidas en agua hasta más de dos semanas, así que hay que investigar más.
Otros animales que salen de sus escondites son las ranas, sapos, grillos con su hermoso sonido, las tijeretas, cochinillas, así como escarabajos, luciérnagas, termitas... todos ellos aprovechan la humedad para desplazarse, buscar alimento y reproducirse. Estas últimas aprovechan las lluvias para realizar su vuelo nupcial, al ser insectos monógamos la hembra elige cuidadosamente un macho que garantice una buena progenie y es así como la feliz pareja construye su nuevo termitero.
A diferencia las hormigas voladoras en su vuelo nupcial las hembras se aparean múltiples veces, y los machos mueren al cumplir su función. La hembra acumula todo el esperma necesario para producir crías durante muchos años convirtiéndose en la reina de la colonia. La biodiversidad de la lluvia ofrece múltiples manifestaciones de conducta en los pequeños insectos que vale observar y disfrutar.