El mundo de los insectos es tan amplio y diverso que conocerlos más y aprender de su biología es oportuno y necesario. Estos pequeños seres vivos con sus múltiples manifestaciones son tan versátiles que transitan como opción para la alimentación actual y del futuro, son protagonistas en los procesos de polinización, también son un valioso control biológico, capaces de procesar la materia orgánica transformándola en mejora para la tierra, y se estudian para generar medicamentos, como antibióticos, así como una alternativa para producir biocombustibles e incluso como base de productos cosméticos.
Aunado a todos estos beneficios los insectos tienen otra faceta que no es tan estimulante, pero que de la misma manera requiere investigación y precauciones, ya que son transmisores de enfermedades que difunden las garrapatas, las pulgas, las chinches y los conocidos mosquitos.
A los insectos que causan enfermedades se les conocen como “vectores”, por transmitir un patógeno de un humano o animal infectado a otros y, según la OMS, las enfermedades que los vectores provocan son la razón de 700 mil muertes al año a nivel mundial.
En el caso del dengue, es una enfermedad que recientemente incrementó sus cifras en México, alcanzando en 2024 más de 14 millones de casos, siendo el vector un mosquito con nombre científico Aedes aegypti.
Por los síntomas que el dengue provoca se le conoce también como “Fiebre quebranta huesos”; los primeros lugares donde se reconoce presencia de esta enfermedad fue en la Isla de Java en 1779 y en Filadelfia Estados Unidos en 1780, los chinos la llamaban “agua venenosa” porque ahí crecían las larvas.
La etimología de la palabra dengue proviene del suajili, lengua que se habla en Tanzania y Kenia y que significa “calambre o estremecimiento”, el que se consideraba lo producía un mal espíritu.
El repunte de esta epidemia tiene mucha relación con el crecimiento de la población con deficiente urbanización y planeación sanitaria inadecuada.
El dengue se ubicaba en regiones tropicales, pero la dinámica epidemiológica cambió y ahora está en altitudes más elevadas y calientes.
La OPS recomienda prevenir, evitando el agua estancada, donde la hembra deposita sus huevecillos, y después de 8 días salen volando como adultos
El cambio climático y la adaptación del insecto implica prevenir con medidas sencillas y al alcance, esperando contar pronto con una vacuna.