Se podría pensar que cuando se tiene más soberbia que un plan, más rencores que inteligencia emocional y se han experimentado una ingente dotación de derrotas y reveses, lo único que le queda al sector opositors solo le quedaría aferrarse a las fake news, a la distorsión informativa y las formas más sanguíneas de traición a la patria.
Afortunadamente, nuestra sigilosa y espléndida oposición nunca le ha entrado a esta clase de cosas, ni lo volvería a hacer. En todo caso, concentra sus nobles aspiraciones sobre la destrucción del comunismo de la Cuatroté a través del 30% de aranceles que Trump —ese simpático pinochetista— le aplicará a México hasta por las flatulencias que producen burócratas y trabajadores de la industria de la transformación.
Una cosa muy conmovedora de catalogar, sobre todo viniendo de una institución tan noble pero un poquito exagerada como la Loca Academia de Miramones, donde Kinky Téllez, los Paleros de Alazraki, el Alitititito Moreno y sus secuaces, experimentaron algo parecido a un orgasmo cuando el ogro nada filantrópico de pelos de elote, se pone en calidad de gentrificador arancelario.
Bueno, es que mi Donald anda un poquito consternado porque entre más exige que se deje de hablar de su compadre Jefrey Epstein (con el que compartió pachangones estilo Puff Daddy), más le recuerdan ese pasado que no deja de reproducir el malvado de Elon Musk que vive en la funa eterna.
Pero más funados todavía aquellos que han fincado todas sus esperanzas de retorno a la muy krauzista y dresserista Dictadura perfecta, en que De qué manera te Ovidio Guzmán —convertido en un narco que está cooperando con un gobierno como el de Trump que según esto nunca cooperaría con un narco— acuse a AMLO hasta de haber echado de cabeza a Kiki Camarena con Caro Quintero. Claro, también esperan con infinita ansiedad que Ovidio revele que López le puso el apodo a don Neto, pintó de blanquiazul al Azul y presentó al Chapo Guzmán con García Luna Productions.
Me dicen que #LordMontajes Loret y Brozo, el Trujillo ultraderechoso ya tienen listo el montaje donde Cabecita de Algodón es una combinación Scareface y Tony Tormenta.
Lo más divertido es el abogado del Chapito Jr., Mr. Jeffrey Lichtman que tiene algo Juan Collado, el subjefe Diego, Coello Trejo y Xóchitl Gálvez. Un loquillo más loquillo que Simón Trevi que le anda boleando los cacles a un plutócrata que no quiere pagar impuestos y que me lo desprecia vil y gachamente.
Pura ensalada de derechairos.
