La búsqueda de una paz perfecta y total es un ideal loable, pero ¿qué sucede cuando este ideal se convierte en un obstáculo para la paz real y tangible?
Al insistir en un concepto utópico de paz, corremos el riesgo de ignorar las innumerables formas en que la paz se manifiesta en nuestra vida diaria, en nuestras interacciones cotidianas que, aunque imperfectas, abogan por la no violencia y la convivencia.
¿Cómo podemos redefinir nuestra concepción de la paz para hacerla más inclusiva y alcanzable?
¿Qué papel juegan las experiencias cotidianas y las culturas pacifistas en la construcción de una paz imperfecta pero realista?
¿Estamos dispuestos a aceptar la imperfección como parte intrínseca de la condición humana y utilizarla como una fuerza movilizadora hacia la convivencia pacífica?
Reconocer que la mayor parte de nuestras experiencias históricas han sido pacíficas nos permite cambiar nuestra percepción de nosotros mismos y de nuestra capacidad para vivir en armonía.
Nos genera esperanza al mostrar que, a pesar de los conflictos, la paz es una realidad alcanzable.
Al aceptar la imperfección, nos acercamos más a lo humano. La capacidad de movilización de la paz imperfecta crece a medida que acepta y conecta con la imperfección de la realidad.
Esta perspectiva nos permite hacer propuestas de transformación que no requieren una perfección inalcanzable, sino que se basan en la mejora continua y en la valoración de las pequeñas acciones pacifistas que cada uno de nosotros puede llevar a cabo.
La próxima vez que pensemos en la paz, recordemos que no se trata de un destino utópico, sino como un proceso dinámico y evolutivo, lleno de altibajos, errores y aciertos.
En cada acto de bondad, en cada esfuerzo por entender al otro, estamos construyendo una paz imperfecta, pero profundamente humana.
Y quizás, al aceptar nuestra propia imperfección, descubramos que la verdadera paz no reside en la ausencia de conflictos, sino en nuestra capacidad para enfrentarlos con empatía, respeto y un compromiso constante con la convivencia pacífica.
La paz imperfecta es una paz posible aquí y ahora.
@perezyortiz