Comunidad

Mily contra la crueldad

En Torreón, un sector de la sociedad se ha visto conmovida por un caso de maltrato animal que ha estremecido: 

el sufrimiento de Mily, una perrita que fue encontrada con la piel desprendida.

Este hecho ha generado movilizaciones. Las acciones van más allá de pedir justicia por un animal. 

Refleja una creciente conciencia sobre el respeto hacia los seres vivos y el rechazo a cualquier forma de violencia.

El maltrato animal es un problema que, aunque ha sido históricamente invisibilizado, puede revelar raíces profundas de la violencia en la sociedad. 

En el caso de Mily, el acto de crueldad cometido no solo despierta indignación por el sufrimiento de un ser vulnerable, sino que también pone en evidencia la indiferencia y la deshumanización que pueden existir en la relación entre los seres humanos y los animales.

¿Cómo estos actos reflejan una cultura más amplia de violencia?

La movilización para exigir justicia por Mily es un acto de resistencia que encarna la posibilidad de transformación pacífica de los conflictos. 

Es un ejemplo de cómo una comunidad puede responder a la violencia con compasión, buscando un cambio cultural hacia una mayor empatía por la vida.

La construcción de una cultura de paz no se limita a las relaciones entre humanos, sino que debe extenderse hacia todos los seres vivos.

Según la Fundación Antonio Haghenbeck, México es primer lugar en América Latina y tercero en el mundo con mayor número de casos de maltrato animal. 

Sin embargo, la creciente preocupación por el bienestar animal se refleja en la opinión pública: un estudio de Parametría reveló que más del 90% de los mexicanos está de acuerdo con endurecer las penas para quienes maltratan animales.

Estos datos indican un cambio en la cultura popular, donde la empatía hacia los animales está ganando terreno, y la sociedad exige acciones concretas para combatir este tipo de violencia.

El filósofo Peter Singer, en su obra Liberación Animal, argumenta que la capacidad de sufrir es el fundamento para extender la consideración moral a todos los seres vivos, rechazando cualquier forma de discriminación basada en la especie. 

Este enfoque es aplicable no solo a los animales, sino también a la lucha contra otras formas de violencia y discriminación.

En contraste, Carl Cohen, sostiene que los derechos morales son exclusivamente humanos, lo que plantea una problemática en la extensión de estos derechos a los animales. 

Sin embargo, la creciente conciencia por casos como el de Mily sugiere que la sociedad está evolucionando hacia un modelo de ética que reconoce el sufrimiento animal como un problema que debe ser abordado. 

Por eso, Mascotas de Familia A.C. busca acciones efectivas de cuidado integral.

Pedir justicia para Mily no es solo un reclamo por un caso particular de maltrato animal, sino una manifestación de un cambio más profundo en la conciencia colectiva. 

Es un llamado a construir una sociedad más compasiva.


@perezyortiz

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david pérez
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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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