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Emprender no es para ti (Parte 1/3)

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  • Alejandro Gutiérrez

Pocos conocen a un tal Marc Randolph, pero cientos de millones de personas utilizan su producto diariamente en todo el mundo. Sí, Randolph es el creador de Netflix. 

Pensemos que, actualmente, existen cerca de 300 millones de suscriptores y que cada uno de ellos, en promedio, paga una tarifa mensual de 249 pesos (15 USD). 

Esto representa un ingreso mensual de aproximadamente 4,500 millones de dólares.

Para llegar a este punto, la historia de Netflix ha sido larga, pero sobre todo, una sucesión de problemas constantes que lograron superar.

El primer obstáculo de una cadena interminable fue un detalle crucial: Randolph no tenía dinero. 

Sin embargo, encontró a su principal socio, Reed Hastings, quien aportó todo el capital para iniciar un negocio de reparto de películas en disco, enviadas dentro de un sobre.

Cuando visitaron Blockbuster para proponer una alianza, la respuesta fue contundente: “Esto nunca funcionará”. 

Ya sabemos lo que pasó con Blockbuster en los años siguientes: desapareció.

Incluso, el día del lanzamiento, la página web falló y no se pudieron registrar los pedidos de renta. 

Más tarde, cuando el modelo de negocio comenzó a funcionar, enfrentaron un nuevo problema: muchos usuarios no devolvían las películas, lo que generaba pérdidas, a pesar de las cláusulas establecidas para sancionar esta práctica.

Como sucede con la mayoría de las startups, Netflix perdió dinero al principio, y cobrar por cada renta no resultaba rentable. 

Fue entonces cuando surgió la idea de implementar la suscripción mensual con la opción de cancelar en cualquier momento.

Cuando el negocio creció, enfrentaron problemas logísticos de almacenamiento y distribución que retrasaban las entregas. 

Para solucionarlo, decidieron que los usuarios enviaran directamente las películas a otros clientes después de verlas. 

Esta medida resolvió, en gran medida, la problemática de almacenamiento y tiempos de entrega.

Más adelante, Jeff Bezos (Amazon) los citó en su corporativo. 

Les ofreció comprar la empresa, advirtiendo que si no aceptaban, de cualquier modo Amazon entraría al negocio del streaming. Randolph y Hastings consideraron que la oferta era demasiado baja y decidieron continuar, aún con la amenaza del gigante Amazon.

Finalmente, en 2002, Netflix salió a bolsa, lo que les permitió liquidar sus cuantiosas deudas y financiar un crecimiento aún mayor.

El camino del emprendedor es sinuoso.

Emprender no es para ti si no estás dispuesto a que te digan que tu producto no sirve.

No es para ti si no aceptas empezar sin dinero.

No es para ti si no soportas las consecuencias de tus sueños.

No es para ti si no quieres trabajar 24 horas al día.

Si solo buscas beneficios rápidos y fáciles, entonces emprender no es para ti.

¿O será que sí lo es?

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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