Política

Emprender no es para ti 3/3

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  • Emprender no es para ti 3/3
  • Alejandro Gutiérrez

Cerraré esta trilogía con un caso conocido, pero que aún así inspira a cualquiera que piense en emprender: Elon Musk.

Si hoy escuchamos hablar de SpaceX, es inevitable pensar en su fundador. 

Todos sabemos que los viajes espaciales son carísimos y que, durante décadas, solo estaban al alcance de agencias gubernamentales como la NASA. Musk se dio cuenta de un detalle crucial: el altísimo costo de los lanzamientos se debía a que los cohetes eran desechables. 

Solo podían usarse una vez. Eso disparaba las cifras.

Su primer reto con SpaceX fue lograr cohetes reutilizables que pudieran despegar, cumplir su misión y aterrizar en vertical. Así nació el Falcon 1. 

Tras meses de trabajo, el primer intento terminó en tragedia: el cohete explotó poco después de despegar.

Como todo emprendedor resiliente, Musk no se rindió. El dinero todavía no escaseaba, así que intentó un segundo lanzamiento. El resultado: un motor falló.

Detectaron que la ubicación no ayudaba; las condiciones climáticas eran inestables y las restricciones del gobierno demasiado rígidas. 

Trasladaron las operaciones a las islas Hawái, donde el clima húmedo y la sal marina hicieron estragos: la corrosión dañó piezas críticas y un tercer cohete se perdió.

Con cada fracaso, el dinero se evaporaba. Tras tres intentos fallidos, quedaba presupuesto para un último cartucho. 

SpaceX estaba a un paso de la quiebra, la reputación de Musk pendía de un hilo y los inversionistas exigían resultados inmediatos.

Ese último intento fue decisivo. Naturalmente, habían corregido todo lo posible. 

Y entonces ocurrió: el Falcon 1 despegó y completó su misión. SpaceX estaba a salvo. Poco después, Musk firmó un contrato con el gobierno de Estados Unidos por 1,600 millones de dólares. 

Hoy SpaceX es líder mundial en vuelos espaciales, con una misión aún más ambiciosa: hacer de Marte un “seguro de vida para la humanidad” en caso de catástrofes en la Tierra, como el propio Musk lo ha dicho.

Tesla

Por si fuera poco, llegó otro reto monumental: Tesla.

Podría parecer un proyecto menos ambicioso que viajar al espacio, pero no lo fue. 

El mercado de autos eléctricos era incipiente, el desarrollo tecnológico limitado y el gran cuello de botella estaba en el almacenamiento de energía.

Musk anunció su primer modelo, el Roadster, cuando aún no habían producido ninguno. Incluso, en una fiesta en California, Leonardo DiCaprio le compró un vehículo sin que existiera físicamente. No había marcha atrás.

El problema era retador: las baterías se incendiaban. No encontraban cómo evitar que los autos fueran literalmente una bomba sobre ruedas. 

Cuando llegó la hora de entregar los primeros coches, los costos estaban disparados, la transmisión fallaba y el software no se integraba con el sistema del vehículo. 

Todo parecía un desastre.

Musk tomó el mando directo de la operación, despidió a ejecutivos de alto nivel y trabajó junto al equipo jornadas de 6 de la mañana a 11 de la noche. 

Rediseñaron piezas, corrigieron errores y poco a poco el coche comenzó a funcionar. Como él mismo confesó: “cada semana parecía la última”.

El tiempo le dio la razón: hoy Tesla es una de las compañías con mayor valor accionario en el mercado global y un símbolo del futuro de la movilidad.

Conclusión

Phil Knight con Nike, y Elon Musk con SpaceX y Tesla, nos recuerdan lo mismo: emprender es dolor, riesgo y noches sin dormir. 

Es hipotecar tu casa sin permiso, es fracasar tres veces antes de acertar en la cuarta, es estar a punto de quebrar y aun así seguir adelante.

Así que, lector, la pregunta sigue en pie: ¿emprender es para ti?

Si el miedo a perder lo tienes más presente que las ganas de ganar, quizá no lo sea. 

Pero si dentro de ti late la convicción de que vale la pena arriesgarlo todo por un sueño, entonces atrévete. 

Porque en cada historia de fracaso y triunfo, se esconde la posibilidad de cambiar el mundo.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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