Política

Anne Wintour: ¿el liderazgo patriarchal viste a la moda?

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No hay nadie a quien se le demande más en su trabajo que a una mujer encumbrada. Y no hay nadie a quien se le cuestione más por serlo que a una mujer.

Esto aplica a la perfección para Anne Wintour. Hace apenas unos días se convirtió en notica por dimitir a su puesto de editora en jefe de la revista Vogue, tras 37 años al frente.

No obstante, Wintour solo se aleja a medias. Para ilustrar el por qué es llamada “la todopoderosa” se puede apreciar el cúmulo de responsabilidades con las que permanecerá tras esta renuncia. Ella mantendrá su cargo como directora global de contenidos del grupo Condé Nast (empresa que integra decenas de publicaciones editoriales en todo el mundo), a excepción de The New Yorker, como directora editorial global de todas las ediciones de Vogue y también como directora artística del conglomerado.

Con sus gafas oscuras y corte bob, Wintour ha sido la gurú del mundo de la moda.

No obstante, mientras sus publicaciones han sido veneradas por muchos y el público sigue con fervor la Met Gala que ha sido por varios años organizada por ella, no todo son alabanzas. Su estilo directivo ha sido incluso parodiado en “El diablo se viste a la moda”, película que está inspirada en las vivencias de Lauren Weisberger, quien fue su asistente.

Asimismo ha sido criticada por sus rasgos de su carácter, que le han valido ser señalada por su dureza, frialdad y poca empatía con sus colaboradores. Hay quienes han comentado que la relación entre ella y sus colaboradores era desde una línea vertical, lo cual suponía un distanciamiento. En el ámbito personal ha sido señalada incluso por amigos de la infancia o adolescencia por haber sido burlona e hiriente con las personas que no tenían una apariencia canónica.

En otros aspectos la línea editorial de Vogue ha sido cuestionada por ser poco inclusiva o hasta discriminatoria.

Y si bien no es aceptable ni se puede atenuar ningún tipo de discriminación o burlas por corporalidades, resulta interesante el escrutinio que se le realiza a “Nuclear” Wintour, como lo apodan por un tipo de liderazgo que en gran parte el sistema patriarcal propicia. Pues no es un tema nuevo que las mujeres a niveles de dirigencias corporativas tienen que masculinizar sus comunicaciones y manejos para no verse “emocionales” o “sensibles”, lo cual tampoco les es permitido. Pocos CEOs o directores serán cuestionados por ser fríos o no se espera emotividad de ellos, pero sí de Wintour.

Del carácter elitista de la revista, esa es otra historia digna de revisar. Una publicación de moda es per se elitista y su público la consume por el deseo de lo frívolo y no por un interés en la promoción de visiones interseccionales. ¿Es correcto esto? Muy probablemente no, pero en un mundo de consumo no es delito vender espejos e ilusiones aunque sean aspiracionistas. Y eso no es culpa de la editora.

Muy probamente Wintour viste Prada, pero el que sea un diablo… ¿será porque el mundo directivo es un infierno para las mujeres?



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Sarai Aguilar Arriozola
  • Sarai Aguilar Arriozola
  • Doctora en Educación, máster en artes, especialidad en difusión cultural
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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