Nuevamente nuestros estudiantes de nivel medio resultaron con promedio negativo, según medición que realiza el Sistema de Evaluación llamado PISA por sus iniciales en inglés cada tres años, en los 137 países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
El objetivo de esta evaluación internacional es el confrontar los objetivos de aprendizaje planeados con el alcance de las metas, mediante instrumentos válidos técnica y objetivamente, y con esa referencia cada país esté en capacidad de aplicar los correctivos que correspondan.
El problema para México es que no solamente la calificación en tres materias básicas fue reprobatoria, sino que se apuntó un retraso de 20 años respectos a las calificaciones pasadas… lo cual pone focos rojos ante un gobierno responsable por la educación.
La OCDE no crítica a los gobiernos, no emite juicios de valor sino que simplemente le indica a cada uno en qué materias debe aplicar mejoras y correctivos con base en resultados, para bien de su desarrollo educativo que repercute en lo económico y social.
Se aplica el principio de “lo que no se mide no es posible mejorar”, válido para toda organización empresarial, laboral, educativa y hasta social y política… porque llegan a ocupar cargos cada personita cuya lealtad puede ser alta, pero nada más; es una especie de auditoría de valor universal.
Si no se detectan errores o desviaciones y se corrigen, los grupos organizados van a la decadencia, especialmente ante una acelerada carrera tecnológica en la que el rezago en la competencia puede ser el fin.
El objetivo en este caso, fue calificar a estudiantes mexicanos de alrededor de los 15 años para ubicar los promedios en uno de cinco niveles, siendo el primero el más bajo, arrojando 395 puntos en matemáticas cuando el promedio internacional fue de 472.
Ese promedio general en lectura fue de 485 y el estudiante mexicano obtuvo 415, mientras que en ciencias ese promedio fue de 485 y México obtuvo 410 puntos.
La OCDE indica que solamente el 34% de los estudiantes locales superó el nivel más bajo de la tabla.
En concreto, México obtuvo el lugar 102 de 137 países, ocupando los primeros lugares Singapur, Japón, Corea, Estonia y Suiza, siendo paradójico que los primeros cuatro países poseen pobres recursos naturales; pero la educación finalmente los hizo ricos.