Los grandes distractores que ha utilizado en los últimos días la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, son con el único objetivo de quitarle reflectores a las graves acusaciones que se han emitido en contra de Adán Augusto López Hernández, coordinador de los senadores de Morena.
Aunque lo niegue la propia mandataria, la andanada de hechos delictivos que se cometieron en Tabasco cuando el hoy legislador era gobernador de aquella entidad, afectaron la relación de López Hernández al interior de la llamada Cámara Alta con sus correligionarios del partido guinda.
Y es que la “actuación” de Hernán Bermúdez Requena como secretario de Seguridad Pública fue muy criticada, porque según versiones, -algunas ya corroboradas por estudiosos de la ciencia política y testimonios documentales fehacientes- el cártel denominado La Barredora trastocó el estado de derecho en Tabasco.
Hay que recordar que Adán Augusto era gobernador de aquella entidad cuando Bermúdez salvaguardaba la paz social y la vida de los más de 6 millones de tabasqueños. El acabose de las críticas hacia ambos personajes fue cuando empezaron a encontrarse fosas clandestinas con cadáveres y también documentos y declaraciones de gente agraviada por el sistema gubernamental.
Fue tanta la presión política y social que cayó en López Hernández, que incluso este tuvo que presentarse primero en el cónclave del Consejo Nacional de Morena y dos días después en el pleno de la Cámara de Senadores en la sesión de la Permanente para esgrimir argumentos en su propia defensa.
Sin embargo, sus versiones no resultaron contundentes, incluso permaneció el clima de linchamiento público hacia él y su otrora jefe de seguridad pública.
Por supuesto que para lograr la distracción del conflicto político judicial de Adán Augusto y Bermúdez Requena, las mañaneras de la presente semana, han sido fundamentales porque incluso se utilizaron en los últimos días descalificaciones hacia la Suprema Corte de Justicia de la nación, en referencia a que esta se dedicó a sacar de la cárcel y a defender a los delincuentes.
Por otra parte, la Jefa del Ejecutivo federal flageló a Lorenzo Córdoba, ex presidente del Instituto Nacional Electoral, del que se refirió como racista, clasista y “despreciador” de las etnias mexicanas.
Y así por el estilo se han utilizado todos los distractores en beneficio de Adán Augusto, del cual se sabe de manera impecable, que aún lo cubre el mando protector desde Tabasco.
Eso no debe olvidarse. Por supuesto.
Notas de Trascendencia
A propósito de personajes que aún siguen en búsqueda de acusar a sus correligionarios de Morena, el general en retiro, Eduardo León Trauwitz, ex funcionario de Pemex, denunció que Rocío Nahle ignoró un informe con pruebas del robo de hidrocarburos en 2018.
Expuso la colusión de autoridades del gobierno federal con el crimen organizado, ya que entregó a la hoy gobernadora de Veracruz, cuando era secretaria de Energía, una carpeta con más de 300 hojas, gráficas, ubicaciones y nombres sobre el grave robo del hidrocarburo.
El militar respondió así a los señalamientos de la mandataria estatal, quien calificó como irrelevante la información que él le entregó en 2018. De acuerdo con Trauwitz, los datos provenían de sistemas de monitoreo operados por el Ejército y Fuerza Aérea en los que se evidenciaban la infiltración del crimen organizado en diversas instalaciones.
El objetivo arguyó, era crear una estructura de seguridad integral, pero la propuesta fue desechada. Indicó que la información entregada a Rocío Nahle no se usó para combatir el huachicol. Al contrario, el robo se maximizó.
