En septiembre hubo muchos factores que incidieron en los mercados bursátiles, pero el principal fueron las declaraciones de Jerome Powell en la reunión de política monetaria que celebró la Reserva Federal.
Powell dijo que la tasa de interés se mantendría sin cambios, pero que él pensaba que debía haber un alza adicional antes del cierre de año. Además, se manifestó en el sentido de que este nivel permanecerá vigente durante un largo periodo; al final trató de moderar el discurso diciendo que la Fed actuaría con base en los datos duros que salieran de la economía, sobre todo aquellos relacionados con inflación y empleo. El daño ya estaba hecho, en lugar de que los inversionistas mantuvieran la calma y esperaran esos datos duros a los que se refería Powell, reaccionaron en forma muy negativa y salieron a vender posiciones.
Los comentarios de Powell en relación a la permanencia durante mucho tiempo de las altas tasas impulsaron los rendimientos de los bonos del Tesoro de largo plazo (en especial los del Treasury de 10 y 30 años) que a partir de esa fecha se empezaron a incrementar, para a fines de septiembre tocar los niveles más altos que se habían visto en 16 años.
Además de la inflación y las tasas, durante el mes se suscitó la polémica sobre la autorización del presupuesto estadunidense para 2024, y el enfrentamiento entre republicanos y demócratas por este asunto.
Un grupo minoritario de republicanos, cercanos a Donald Trump, boicotearon los acuerdos que McCarthy, líder de la Cámara, trataba de impulsar con el grupo demócrata. El peligro de lo anterior era que, si no se llegaba a un acuerdo antes de la media noche del 30 de septiembre, el gobierno federal de EU tendría que cerrar una gran cantidad de actividades gubernamentales. Por fortuna, tres horas antes de que venciera el plazo se llegó al acuerdo de posponer la decisión durante 45 días y así dar tiempo a que las negociaciones continuaran, lo cual al final se aceptó; esto no fue un arreglo, sino una tregua que tendrá que resolverse antes del 15 de noviembre del presente año.
La incertidumbre de si el gobierno iba a realizar el shutdown afectó el comportamiento de las bolsas en EU; por estas dos razones en septiembre los mercados bursátiles tuvieron un retroceso importante, los principales índices cayeron alrededor de 5% en el mes.
Es preocupante la forma como Powell y los miembros de su selecto grupo informan al mercado; los mensajes siempre son, no solo negativos, sino alarmistas, lo que genera incertidumbre. Es muy entendible que la Fed no quiera mostrarse optimista ante el embate contra la inflación hasta que no tenga cifras mejores, pero sí debe reconocer que la tendencia ha ido claramente a la baja, se les olvida que apenas en marzo la inflación en Estados Unidos rebasaba 9%, en términos anuales, y actualmente ya está en 3.6%; aunque la subyacente ha tenido una baja más lenta, la tendencia sigue siendo clara.