Cultura

La mejor forma de despedir a un gran periodista es con más letras

Este es mi primer texto sin ti, querido amigo. Esta es la primera columna que no editarás, la primera vez que nuestras letras no se entrelazarán en la labor periodística que tanto amaste. Este es mi tributo, mi despedida y mi agradecimiento por tantas palabras compartidas, por tu amistad inquebrantable y por tu maestría en el arte de contar historias.

Eduardo Javier González no sólo fue un editor impecable, sino un periodista brillante, de esos que no abundan, de los que viven y respiran noticias, de los que saben que las palabras tienen peso y que la verdad es un compromiso irrevocable.

Fue un hombre apasionado, preciso, crítico, culto, perspicaz, objetivo, elocuente, minucioso, respetuoso, exigente, comprometido y leal. Tenía el don de encontrar el equilibrio perfecto entre la rigurosidad y la sensibilidad, entre la noticia dura y la crónica con alma, entre la objetividad y la pasión por su oficio. Así era Eddie GonMar -cómo le gustaba que le llamaran-.

El periodismo fue su vida, pero la música fue su gran compañera. Amante de las notas y los acordes, encontró en ellas el respiro necesario entre la vorágine de titulares y cierres de edición. Su voz y su pluma dejaron huella en Milenio, en cada debate que sostuvo con inteligencia y en cada compañero periodista que tuvo la fortuna de aprender de él.

Hoy, el gremio periodístico está de luto. Monterrey y Tamaulipas pierden a una de sus plumas más queridas, a un profesional íntegro y a un amigo entrañable. Su ausencia es un eco que retumba en las redacciones, en las sobremesas de café donde discutimos el mundo, en las noches de cierre donde su ojo crítico afinaba cada detalle de esta columna hasta que todo quedara impecable.

A su familia, mis más sentidas condolencias. A los colegas y amigos, la certeza de que su legado no se extingue, porque los grandes periodistas nunca se van del todo. Quedan sus enseñanzas, su ejemplo, su inquebrantable vocación.

Eduardo, querido amigo, gracias por tu pasión. Gracias por las letras compartidas, por la amistad sincera, por cada consejo que hoy resuena en nuestra memoria. Descansa en paz, porque aquí seguiremos escribiendo, como tanto amabas, y como tú nos enseñaste: con verdad, con compromiso y con el corazón en cada palabra.


Google news logo
Síguenos en
Magda Bárcenas Castro
  • Magda Bárcenas Castro
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.