Esta semana puede decidir el destino de la Global Sumud Flotilla, una misión civil formada por más de 500 voluntarios y poco más de 40 barcos que busca llegar a Gaza para abrir un corredor humanitario. Israel ya ha dejado claro que no permitirá su paso.
A inicios de la próxima semana debería de arribar a Gaza, pero ya el gobierno israelí dijo que no permitirá que entre, bajo el argumento de que es una “zona de combate activa” y de que vulnerarían su bloqueo naval. En un comunicado, señaló que está listo “para defender las fronteras del Estado de Israel por mar como lo está por aire y tierra” y ha responsabilizado a la flotilla de lo que le suceda.
Esta flotilla civil representa lo mejor de nuestra humanidad: personas de todo el mundo que han abandonado sus casas, comodidad, trabajos y seguridad física por intentar detener un genocidio. Es responsabilidad de los Estados —y de nosotros como ciudadanos— exigir a Israel que lleguen con bien a Gaza y que cese la violencia en su contra.
Hace un par de días la flotilla sufrió el tercer ataque en 24 días: mientras avanzaba por las costas de Creta, en Grecia, varios drones lanzaron una sustancia ácida sobre dos barcos y más de 12 explosiones dañaron a nueve más. La organización responsabilizó a Israel del ataque y dijo que fue un intento de intimidación.
El gobierno español envió un buque de la Armada para proteger a la flotilla y realizar labores de rescate en caso de ser necesario. “El Gobierno de España exige que se cumpla la ley internacional y se respete el derecho de nuestros ciudadanos a navegar por el Mediterráneo en condiciones de seguridad”, dijo Pedro Sánchez, presidente del Gobierno. Italia también envió una fragata para proteger a sus ciudadanos, aunque su primera ministra, Giorgia Meloni, acusó a la misión de “irresponsable”. Hace falta que más gobiernos se sumen a la protección de estos voluntarios que buscan ayudar a un pueblo devastado por los ataques militares y por la hambruna.
Carlos Pérez Osorio, documentalista y uno de los seis mexicanos que forman parte de la flotilla, dijo sobre estos ataques: “Con estas hostilidades, con este terrorismo sicológico, lo que quieren es agotarnos, que desistamos, que no durmamos, que tengamos miedo. Pero esto solo refuerza nuestro compromiso: seguiremos atentos a los ataques, pero nosotros no vamos a dar un paso atrás”.
Agregó que este tipo de ataques “deja claro que Israel no sigue ninguna ley” y que “los ciudadanos que viajamos en esta flotilla necesitamos que nuestros gobiernos garanticen nuestro paso a Gaza para que podamos abrir el corredor humanitario”. La petición es muy clara y estos días serán cruciales. La flotilla está difundiendo en tiempo real la ubicación de sus barcos ante posibles ataques, mediante un mapa interactivo disponible en el sitio magic.mapim.dev/sumudnusantara y por transmisiones en vivo en su canal oficial de YouTube.
Depende de los gobiernos, pero también de nosotros como ciudadanos, no mirar hacia otro lado. La Global Sumud Flotilla no es más que un esfuerzo humanitario para que Gaza reciba la ayuda que necesita desesperadamente desde hace meses. Si fracasa, será porque el mundo prefirió callar.