Cuando a diferencia de los otros animales, el ser humano aprendió a entender y pensar en el futuro, nació en él el deseo de preservarse el mayor tiempo posible, pensó entonces que la solución a su problema de morir estaba en los cielos, y con su fértil imaginación recién estrenada, se inventó toda una raza de seres inmortales que ahí arriba vivían, aprendió a invocarlos y rendirles culto para ser como ellos, pero luego resultó que por ahí escondida entre esa familia de deidades, había una llamada “La Moira”, (El Destino), de cuyos designios inapelables no podían escapar aún los otros por muy dioses que fueran.
Y el ser humano siguió envejeciendo y muriendo.
Entonces surgieron los brujos, que con todo tipo de ungüentos, brebajes y conjuros mágicos, adelantándose 50,000 años al procedimiento de “prueba y error” de Thorndike, fundaron incipientes tratamientos psicosomáticos, donde el paciente que se curaba era gracias al brujo, y el que se moría, era porque La Moira desde su rueca le había cortado la hebra de la vida.
Y el ser humano siguió envejeciendo y muriendo.
Entonces los brujos se volvieron intermediarios directos entre los humanos y “La Moira”, sólo ellos conocían el “abracadabra” adecuado para que La Moira se abstuviera de presentarse a ejecutar el plan final del destino de cada persona.
O en todo caso, conocían las fórmulas que garantizaban la vida eterna en algún otro mundo. Y el ser humano siguió envejeciendo y muriendo.
Entonces surgieron los artistas, que en su imaginación todo se resuelve, y la creatividad de Wilde nos transportó a un mundo de ficción donde gracias a un pacto con el diablo,
Dorian no envejecía sino solo su retrato. Y de algún modo lo creímos, porque a los humanos nos gusta más creer que razonar.
Y el ser humano siguió envejeciendo y muriendo.
Hoy otros nuevos brujos ahora tecnológicos, nos hablan de como la “CRISPR”, técnica genética de laboratorio que modifica piezas del ADN, en un futuro no lejano nos hará ser algo así como inmortales.
Y yo me pregunto: ¿podría la CRISPR también hacernos más dichosos y mejores seres humanos?