Mientras algunas viudas y viudos de la Señora Wallace, García Luna Productions, Cárdenas Palomino y de #LordMontajes hurgan en la mala leche, las fake news y el rencor ultraderechairoso para desprestigiar a Israel Vallarta (seres de alma calderónica que admiran a Trump y a Bukele y que están muy tristes porque no pudieron verlo pudrirse en la cárcel), yo tenía una duda existencial. Digo, cualquiera en su lugar habría salido hecho una furia y con hambre de venganza (a pesar de que el tango diga que 20 años no es nada, 20 años es demasiado tiempo), pero Israel, con toda toda calma se limitó a declarar que no le deseaba nada mal a Loret, pero que sí lo retaba a sentarse en un espacio público a aclarar cosas que se quedaron pendientes.
¿Cómo había llegado Israel a ese punto? Pensé de inmediato en Edmundo Dantés cobijado por el abate Faria en el Castillo de If, ayudándole a tramitar sus odios y rencores (había sido traicionado por socios, amigos, políticos y funcionarios para cargarle crímenes que nunca cometió) con sabiduría, meditación, cultura y conocimientos. Ya luego le dio el mapa del tesoro y el camino hacia la libertad para cambiar la venganza por justicia.
La tarde de ayer, sentados en su modesto y cálido departamento, compartiendo café y pan, reconoció que su abate Faria había sido su encantadora, amorosa, solidaria, comprometida y resiliente esposa, Mary Sainz. Ella lo había llevado a la reflexión y la serenidad, ayudándole a entender que, a pesar del encierro y el abuso, nadie podía controlar ni su mente ni su corazón.
Llegué hasta a Vallarta porque en mi programa de YouTube, #SinTonsura, pusimos una canción dedicada a él que compuso por la vía de la IA mi querido José Luis Barajas y editada por mi carnal Edgar Svaal. Le gustó tanto a Israel que quiso conocernos. Una tarde de recuerdos (la despersonalización carcelaria, la cancelación de privilegios), tristezas (la muerte de sus padres) y también de risas cuando nos habló con humor de Shenly Ye Gon, la Barbie y el Chapo Guzmán.
Aquella entrevista con tortura incluida le genera sorna y desprecio.
Fueron divertidas sus ironías sobre sus odiadores y Loret. Aseguró que su lucha no ha terminado. Que quiere la libertad de su hermano y su sobrino, y de todos los Israel Vallarta que viven un encierro injusto, abusivo. Que se va a alejar de tentaciones políticas y partidistas. Que primero quiere ser abogado para lograr sus propósitos.
Una tarde con el Conde de Montecristo Vallarta.