Fiel a su costumbre de primero afusilar y luego averiguar, Donald Trump inmediatamente le echó la culpa del asesinato de su amigo y guía moral Charlie Kirk a la izquierda radical, al comunismo internacional, a los migrantes conformados por puro bad hombre y al wokismo-leninismo. Digo, se pudo haber esperado a ver qué arrojaban las investigaciones, pero mi Donald no sabe esperar, y menos cuando ya le estaban ganando la narrativa de odios, melodramas reguetoneros y de no te azotes que hay chayotes de Kinky Téllez, Pedro Ferriz III y Tumel Chorres, que con esa inteligencia superior que los caracteriza ya estaban gritando que por culpa de los zurdos violentos de mierda se estaban extinguiendo los mejores ultraderechosos de mi generación.
Yo hasta pensé que, con ese furor forense, el Trumpas iba invadir Brasil porque entambaron a Bolsonaro (el Milei carioca) por armar golpes de Estado contra Lula. 11 de septiembre, cuando recordamos el golpe militar en Chile, se sentencia a Bolsonaro.
Y aquí es donde me pregunto si Alito Moreno ya se habrá pronunciado contra las dictaduras narcopinochetistas neoliberales terroristas. Sobre todo porque ya predijo que en México podría ocurrir una revolución como en Nepal (seguro ubica a Nepal) si no se denuncian los abusos de la dictadura morenista, siendo el Pinochet del PRI. Ideas al nivel de la dotora Dresser, que ya les dijo a los hijos de López que podría pasarles lo mismo que a los nepobabies de Nepal que fueron linchados por abusivos. Tan delirante como cuando afirmó que López Obrador era igual a Díaz Ordaz. Qué chistoso que doña Denise no hubiera declarado algo así contra los hijos de Calderón, Peña, Fox, Salinas o De la Madrid.
Kirk era un activista de la ultraderecha de lo más radical y a través de sus frases se entiende la fascinación entre los trumpistas mexicanos: “Si veo un piloto negro diré, madre mía, espero que esté calificado”. “Dios es perfecto, la ley dice que las personas homosexuales deben ser lapidadas”. “De todos los líderes mundiales a la que más detesto es a la presidenta mexicana, esta mujer puede causar más daño a Estados Unidos que Putin”. “No soporto la palabra empatía. Creo que es un término inventado de la nueva era que causa mucho daño”. “La batalla espiritual viene a Occidente y los enemigos son el wokismo y el marxismo combinado con el islamismo”.
Una extraña combinación de Alazraki, Rivapayacho, Laura Zapata, Loret, Brozo, Ferriz y Sandra Baticuevas chokista-bukelista.