Opinión
Hugo Roca Joglar
Hugo Roca Joglar
  • Cosas

    En estos días de encierro, lo que me rodea en casa ha adquirido extraordinaria importancia
  • El bar es un lugar tan hermoso

    Hombres y mujeres que llegan y actúan como seres creados, pero poco a poco, mientras beben, sus faltas, fallas y fantasmas se filtran en sus movimientos, en sus ruidos y en sus caras.
  • Estrés postraumático

    Castrar a Casís genera inquietud, pero tanto como ella, quien reaccionó y se descarnó el muslo y dañó la cola
  • ‘Leticia’ está viva

    Tras retirar la nómina de la empresa donde trabaja, ella y Mario intentan pasar desapercibidos, pero son atacados por un ladrón que le tira a matar, la hiere y huye sin el botín de 300 mil
  • Un hombre que no cree en nacimientos

    El miedo se instaló en el corazón de Mauro y le ha ido vaciando una a una las cosas que solían ilusionarlo, como el amor, la paternidad y el erotismo; la brutalidad de Ciudad de México lo ha roto sin remedio
  • ‘Réquiem’ para Ignacio Toscano

    Su hoja en blanco debe ser contada con toda esa música extraña que llevaba metida en su corazón agitado, lúgubre música bailable comprometida con la falla, la falta y los fantasmas
  • Cuando las luces dejaron de brillar

    Cada año, la casa de doña Felícitas y Julián resplandecía, pero ahora que ella murió él no soporta ese brillo y está convencido de que, en el mundo actual, el tiempo es la enfermedad.
  • Igual de cobardes y violentos que nuestros padres

    Sandra y Mario no tienen exclusividad y cada uno puede coger con otros, pero ahora se cuestionan si es en verdad una nueva forma de amar o solo se hacen pendejos
  • Dolor irremontable

    Una hija muerta te mutila algo que nunca podrá ser reemplazado, nunca sanará