Es muy satisfactorio ver cómo las organizaciones están poniendo atención en la oportunidad de desarrollar nuevas habilidades de liderazgo en elementos clave de su capital humano.
Esta semana tuve curso con varias personas de mandos medios y directivos, y en un debate hablamos sobre la necesidad de aprender a reconocer las señales del entorno para ajustar el rol a desempeñar.
Y es que, justamente, en el contexto empresarial, el concepto y papel del líder se ha modificado de tal manera que ahora, quien sustente ese puesto, debe tener mejores competencias para reconocer, analizar y definir el tipo de influencia que debe ejercer para tener una gestión efectiva.
Para facilitar el acercamiento a la comprensión de esto, siempre propongo la siguiente dinámica para identificar la característica del personal que tienen a su cargo y asignar la etiqueta adecuada para su coordinación:
Si la gente requiere la presencia de alguien que coordine directamente los trabajos que se realizan, es un equipo de trabajo. Si sólo requieren una alineación inicial y monitoreo, es personal que sabe trabajar en equipo.
Llegar a este nivel de identificación requiere del mando medio o directivo mucha asertividad y resiliencia, dos elementos que forman parte de las nuevas power skills de dirección.
Pero una vez que se ha llegado al punto, el beneficio se reflejará directamente en el recurso estratégico fundamental de la gestión efectiva: el tiempo.
Entonces, aún si ya han tomado cursos en el tema, es muy recomendable reentrenar al personal directivo en este enfoque, y ayudarles a obtener los resultados que los nuevos tiempos organizaciones demandan.
Recuerda que, gracias al trabajo constante y la experiencia, cuando vuelve a leerse un libro, siempre se descubren cosas nuevas.
Entonces, ¿pa’ cuándo el curso?