Edith Eger nace en 1928 en Kosice, Hungría, donde vive hasta los 16 años con sus padres y con otras dos hermanas mayores. Edith es una bailarina destacada, seleccionada para participar en los Juegos Olímpicos de Berlín, de los que es excluida por ser judía. Su hermana mayor es una precoz y destacada violinista.
En marzo de 1944, junto a sus padres y la hermana del medio, son apresados por los nazis y trasladados a varios campos de concentración, terminando en Auschwitz. Edith y su hermana no entran a las cámaras de gas: bailar “El Danubio azul” para Josef Mengele le salva la vida. Edith toma entonces la decisión de luchar para no morir y así pasa un año y medio en el cual se debilita por la desnutrición, a tal punto que los guardias la tiran entre un montón de cadáveres. Auschwitz atestiguo 1.1 millones de muertes. Milagrosamente es rescatada por soldados americanos, quienes advierten que aún está viva. Liberada con su hermana, vuelven a la ciudad para comenzar el camino de la reconstrucción personal.
En casi siete años han desaparecido 744 personas en la región Valles de Jalisco, a la que pertenece Teuchitlán y donde se encontró un campo de exterminio. La mayoría son hombres, y de las cifras actualizadas se desprende que otras 50 personas más fueron encontradas sin vida.
Los números se desprenden del Registro Estatal de Personas Desaparecidas en el Estado de Jalisco que cada 10 días renueva sus cifras y que en su última actualización señala que, en todo Jalisco, desde el 1 de diciembre del 2018 al 28 de febrero del 2025, hay 15 mil 426 personas sin localizar.
El hallazgo de crematorios clandestinos en el municipio de Teuchitlán, en el estado de Jalisco, fueron localizados tres hornos crematorios clandestinos, se encontraron fragmentos óseos calcinados, más de 400 prendas de ropa, al menos 200 pares de zapatos, mochilas, carteras, maletas, llaveros, identificaciones oficiales y libros.
Entre los objetos encontrados durante la jornada de búsqueda, uno llamó especialmente la atención, que se viralizó rápidamente en redes sociales: una carta escrita a mano, firmada por un joven identificado como Eduardo Lerma Nito.
El mensaje decía: “Mi amor, si algún día ya no regreso, solo te pido que recuerdes lo mucho que te amo. Y digas: ‘se me fue mi enojón, berrinchón y celoso’”. La nota fue hallada en una libreta deteriorada, entre otras pertenencias personales dispersas en el lugar, además tenía su nombre completo, fecha de nacimiento 2 de mayo de 2003 y zona de donde era originario.
Un Estado puede movilizar a una sociedad contra una parte de la población, privando a las personas de sus derechos. Lo vimos en el holocausto, pero nosotros solapamos con una insultante indiferencia la violencia y el abuso que se vive en el país. Un sobreviviente del holocausto refirió ante su letal indiferencia. "Primero vinieron por los socialistas, y guardé silencio porque no era socialista. Luego vinieron por los sindicalistas, y no hablé porque no era sindicalista. Luego vinieron por los judíos, y no dije nada porque no era judío. Luego vinieron por mí, y para entonces ya no quedaba nadie que hablara en mi nombre"
Que alguien me diga, ¿Qué festejamos en el zócalo cuando todo el país es un camposanto y estamos en medio de la barbarie? ¿Dónde está nuestra conciencia ciudadana?
Mientras los muertos no sean tus muertos, nunca entenderás la gravedad de esta situación.