Un sueño reparador. Esa es la promesa emprendedora que convenció al piloto de Fórmula 1, Charles Leclerc y al CEO de McLaren F1 Zac Brown, de invertir en Eight Sleep, una empresa dedicada al ‘fitness del sueño’, confundada por la mexicana Alexandra Zatarain.
Leclerc y Brown no fueron los únicos; fondos como HSG, y Combinator, y Valor Equity Partners, se unieron para conjuntar una ronda de inversión de 100 millones de dólares, anunciada en Nueva York apenas el pasado 19 de agosto.
“El sueño es el pilar más importante de la salud y la longevidad, porque ahora no solo se trata de vivir más años, sino de vivirlos de manera saludable”, dijo en entrevista exclusiva con MILENIO, Alexandra Zatarain, vicepresidenta de marca y marketing de Eight Sleep.
Se trata de la primera empresa en llevar el concepto de sleep fitness al mundo, que combina tecnología, fisiología y datos, a través de sensores biométricos e inteligencia artificial que buscan lograr un mejor descanso y una mejor salud a través de bases de cama y blancos inteligentes.
Eight Sleep surgió hace 11 años, en ese lapso han logrado ventas por 500 millones de dólares, han crecido sus ingresos 10 veces; y analizado más de mil horas de sueño en personas que residen en los 30 países donde han desplazado sus productos.
“Hemos descubierto que la personalización del ambiente en el que duermes tiene una gran influencia en la calidad del sueño que obtienes. Hay que dormir con la temperatura correcta para ti, además nuestro sueño cambia cada noche”, explicó Zatarain, originaria de Tijuana.
La quinta generación
A más de una década de investigación, la compañía cuenta con su sistema Pod 5, que es capaz de transformar cualquier cama en un entorno inteligente, ajustando automáticamente temperatura, elevación y sonido para maximizar el rendimiento del descanso.
“Somos individuos de verdad y con el sueño aún más, porque cambia cada noche. Incluso tú como persona tienes una experiencia diferente y necesidades diferentes cada día”, explica Zatarain.
El Pod 5 consta de un sistema modular e inteligente de sueño compuesto por 4 componentes compatibles con cualquier colchón y base de cama: el cover (una sábana ajustable), el blanket (que va dentro de fundas de edredón o duvet), un hub y la base (adaptable a la estructuras de cama).
Con ello se controla cada lado de la cama en un rango de 12.7 a 43.3 grados centígrados, en gravedad cero y reduce ronquidos mediante vibraciones y eleva suavemente la cabeza para reducirlos hasta en 45 por ciento. Estas innovaciones abren a la compañía la posibilidad de transitar del mercado wellness (de bienestar) hacia aplicaciones más científicas.
Expansión, el siguiente paso
El futuro para Eight Sleep está en ser más que una tecnológica de bienestar y sueño, una de salud y el sector médico.
“Una parte importante de nuestra visión y donde vamos a invertir parte de esta última ronda de financiamiento, es la parte médica. ¿Cómo podemos utilizar las horas que tú estás durmiendo para tener un check up?, es como si tú estuvieras durmiendo sobre un estetoscopio y entender situaciones de salud que se puedan estar desarrollando antes de que sean complicadas, tener un método más de prevención de la enfermedad”, añadió.
Una vez obtenido el financiamiento, Eight Sleep apoyará su entrada al sector médico, basada en las capacidades de rastrear patrones cardiovasculares y respiratorios con 99 por ciento de precisión, desarrollan soluciones con IA para retos médicos relacionados con el sueño, comenzando con los trastornos al dormir durante la menopausia y la apnea.
Asimismo, busca la aprobación de la Federal Drug Administration (FDA) en Estados Unidos para ciertas aplicaciones.
“Es un mercado gigantesco y cualquier inversionista está calculando cuánto va a ser su retorno de inversión y cuál es el mercado más grande. En este momento, en todos los mercados en los que operamos hay un movimiento muy fuerte hacia todos los aspectos de salud, y el sueño es el pilar más importante”, señala la mexicana.
La meta no es lejana. En 12 o 24 meses la compañía espera tener la aprobación de la FDA para “poder clasificarnos ya como un producto médico en Estados Unidos y después en el resto del mundo”, finalizó Zatarain.
AG