Conforme envejecemos somos más propenso a algunas enfermedades, como la sarcopenia, pero puedes prevenirla. Sobre todo si tienes 40 años o más debes tomarlo en cuenta y no ignorar lo que tus músculos te dicen.
En el contexto del 28 de agosto que se celebró el Día Nacional de las personas adultas mayores, es importante centrar la atención en un aspecto fundamental para el bienestar: la fuerza muscular.

De acuerdo con la doctora Fabiola Villalobos, especialista en Medicina Integrada, mantener los músculos fuertes es vital para conservar la movilidad, la independencia y una mejor calidad de vida a medida que se envejece.
Esta es la pérdida silenciosa que afecta a partir de los 40
La doctora Villalobos explica que la masa muscular alcanza su pico a los 30 años, y a partir de los 40, comienza un decrecimiento progresivo de entre 3 por ciento y 8 por ciento por década.
Esta pérdida se acelera después de los 60 años, un fenómeno conocido como sarcopenia, que puede llevar a una disminución de hasta un 15 por ciento cada 10 años si no se toman medidas preventivas.

La sarcopenia se relaciona con la edad, sarcopenia primaria, o con factores como la inactividad física, enfermedades crónicas como diabetes o EPOC, tratamientos como quimioterapia o el consumo de esteroides, sarcopenia secundaria.
La pérdida de músculo conlleva riesgos graves, como caídas, fracturas, fatiga crónica, problemas de nutrición, y una menor tolerancia al movimiento.
¿Cuáles son las señales de alerta?
Algunos signos puntuales de sarcopenia a considerar, especialmente en adultos mayores, son la debilidad muscular que genera fatiga en actividades cotidianas, la lentitud al caminar y problemas de equilibrio.
También pueden presentarse alteraciones cognitivas y una recuperación más lenta ante enfermedades o cirugías.
La buena noticia es que, según la especialista, "con ejercicio regular y buena alimentación, es posible envejecer con fuerza, vitalidad y mejor calidad de vida".

Las dos claves para conservar la fuerza muscular son:
- Valoración nutricional: la revisión periódica con un nutriólogo es fundamental para asegurar una dieta con suficiente proteína y fibra. La carne roja, la leche y el huevo son proteínas altamente nutritivas , pero quienes no consumen carne pueden optar por proteínas vegetales como las lentejas.
- Actividad física: se debe preservar la capacidad de realizar actividades cotidianas y ejercitarse. La doctora Villalobos recomienda realizar ejercicio en casa, en un parque o incluso desde la cama, y sugiere hacerlo con amigos o familiares para promover la convivencia y la salud emocional.
Toma en cuenta estas consideraciones, pero sobre todo sigue las recomendaciones de un especialista para cuidar de tu salud y estar lo mejor posible conforme avances en el tiempo.
YRH