Fundado en 1980, el Tianguis Cultural del Chopo forma parte, por decreto, del Patrimonio Cultural Inmaterial de Ciudad de México. Durante muchos años casi cada sábado asistí religiosamente lo mismo a comprar que a intercambiar discos, libros, revistas o películas en DVD, escuchar a algunos grupos emergentes o a presentaciones de libros. “El Tianguis Cultural del Chopo ha tenido una vida larga y rica —escribí en un artículo en 1999—. Su existencia ha sido azarosa, al grado que en distintas ocasiones ha estado a punto de
desaparecer. Pero la solidaridad de quienes conforman esta comunidad en esencia rockera —pero también abierta a otras corrientes de la música—, ha mantenido el proyecto con vida”.
El Tianguis del Chopo ha sido punto de convergencia para intercambiar ideas con amigos como Pepe Návar, Arturo Romero Ruiz, Juan Heladio Ríos o Carlos Alvarado, que desafortunadamente ya no están entre nosotros, así como David Cortés, Arturo Romo, Víctor Méndez, Javier Hernández Chelico, Toño Pantoja, Enrique Falcón, Abraham Ríos o Jorge Barragán. Sin embargo, después de la pandemia por covid-19, a la que sobrevivió con entereza, el proyecto cultural comenzó a desvirtuarse paulatinamente por el desmedido crecimiento de puestos que, aprovechando la afluencia de visitantes, ofrendan su mercancía en calles que afectan la vialidad.
Bajo el lema “Somos Chopo, Cultura y Patrimonio”, los integrantes del tianguis original han denunciado la ocupación ilegal de la acera norte del Eje 1 Norte, la salida del Metrobús Buenavista, el acceso al Tren Suburbano y las dos aceras de la calle Degollado. Aunque han solicitado una solución por parte de las autoridades, hasta el momento no han recibido respuesta. Harían bien en recordar lo que dijo Martí Batres al declararlo patrimonio cultural: “El Chopo es espacio libre para las juventudes de las periferias urbanas, primero, y después, para todas y para todos. Las expresiones, movimientos y grupos culturales también aportaron mucho al cambio de conciencia en esta ciudad”.

Lugar de expresión para chavos y rucos
De acuerdo con Ramón García, uno de sus fundadores, “el Tianguis Cultural del Chopo es incluyente y está abierto a las nuevas tendencias de la música. Sigue siendo el lugar donde nos expresamos tanto los rucos como los chavos. Lo que le da valor es que todavía seguimos en la calle, todavía tenemos necesidades rockeras”.