Es innegable que se ha avanzado en materia de seguridad en buena parte del país.
El estado de Nuevo León no es la excepción; hemos visto un avance significativo en la materia, en buena parte por el refuerzo institucional, encabezado por la Secretaría de Seguridad a nivel federal.
En los últimos meses ha comenzado a dar resultados y los índices delictivos muestran una tendencia a la baja, generando un respiro y una mayor confianza entre los ciudadanos, aunque no es tiempo de triunfalismos porque todavía queda mucho por hacer para consolidar la paz y garantizar que este esfuerzo sea sostenido en el tiempo.
En este mismo contexto llega la noticia que ha despertado entusiasmo en todo el estado: ser sede del Mundial de Futbol 2026. No se trata solo de un evento deportivo, sino de una oportunidad de proyección internacional, de atracción turística y de derrama económica.
Pero como “el diablo está en los detalles” hay problemas que persisten y que no por ignorarlos desaparecerán. La extorsión telefónica sigue siendo uno de los fenómenos más dañinos. Buena parte de estas llamadas proviene de penales en otros estados, lo que vuelve evidente que se trata de un reto de alcance nacional.
Mientras los discursos van y vienen, aquí no bastan los esfuerzos locales: es necesario el máximo empeño y coordinación con las autoridades federales. Además, la prevención y la información son claves para que la ciudadanía no caiga en estos engaños que tanto afectan a las familias y a las empresas.
En este sentido, el mensaje dirigido a la Presidenta de la República no podría ser más claro: Nuevo León cuenta con la iniciativa privada para impulsar su desarrollo, pero necesita que el Gobierno federal haga su parte.
Facilitar el cumplimiento normativo, garantizar la distribución de energía y generar incentivos fiscales son pasos indispensables para que nuestro estado pueda seguir siendo el motor industrial de México.
Hoy Nuevo León está de pie, con avances que debemos reconocer y con retos que no podemos ignorar. Lo que viene será determinante: consolidar la seguridad, aprovechar el escaparate mundialista, combatir con firmeza la extorsión, recuperar el dinamismo económico y estrechar la colaboración con el Gobierno federal.
Solo así podremos sostener la ruta de crecimiento que este estado ha sabido construir con trabajo, disciplina y visión de futuro.
Y de paso recordar a los políticos que por encima de sus intereses deben estar los ciudadanos. ¿Será mucho pedir?