El proceso interno para renovar la directiva municipal del PAN en su principal bastión tamaulipeco, Tampico, incluyó la controversia. Lo que parecía un triunfo cantado resultó lo contrario, por ello, la jornada celebrada en el salón principal del Club Libanés el pasado domingo, elegido para la votación, se alargó.
Al final, Lizbeth García Aldape insistió en un doble reconteo de sufragios. Fueron menos de 450 miembros activos y adherentes que atendieron la convocatoria. Bajo la anuencia del secretario de organización Francisco Garza de Coss, la diferencia con la ganadora Beatriz Rodríguez Talabelsi fue inferior a 30, suficiente para dar la campanada.
Las celebraciones no se dejaron esperar, mientras afuera, los liderazgos no daban crédito a lo sucedido. La decisión se respetó, sin embargo, no por ello brotan las causas y qué grupo a nivel estatal se beneficia.
Con Betty hay un pequeño aroma de influencia de los Cabecistas, aunque vengan a decir lo contrario. Claudia del Sol, Ari Amor, José Luis Conde, incluso detrás de ellos Luis Alonso Mejia, se favorecieron o rindieron pleitesía al ex gobernador Francisco García Cabeza de Vaca. Por algo sus buenas posiciones durante su sexenio.
Lo curioso también es la integración de Aide Contreras, una “activista social” que ha recorrido todos los organismos políticos. No solo estuvo en Movimiento Ciudadano, mandó a sus hijos a operar a favor de Mónica Villarreal y obtener el triunfo morenista en la elección del 2024. Interesante, diría Javier “Chicharito” Hernández.
Viendo a futuro, Beatriz tampoco es una improvisada. Ha colaborado en otros comités y tiene experiencia en la función pública tamaulipeca como municipal, la más reciente, regidora en el último trienio del ex alcalde Chucho Nader. El turno será juntar a cada panista cercano y alejado, una operación cicatriz tan necesaria si desean competir electoralmente.
Ese reto para nada es sencillo. Internamente tuvo más preferencias pero afuera el bando que “le jugó en contra” suma el grueso de las estructuras y el capital económico, por cierto, ya apalabrado con César Verástegui Ostos en ofrecerle el respaldo para convertirlo por segunda ocasión en dirigente estatal azul, mensaje claro de rechazo al continuismo de los hoy texanos.
Durante las próximas semanas sabremos hacia dónde va el PAN Tampico, si se deja cubrir por esa sombra o transita por su cuenta.
Dato adicional: en esas listas aparecieron personajes todavía vigentes en el padrón, sin embargo, trabajan activamente con Morena. ¿No que ya estaban expulsados?