Durante los últimos años ha sido una tendencia en la industria de los videojuegos hacer remakes, nuevas versiones, mejoradas gráficamente o en su modo de juego de títulos con hasta 30 años de antigüedad para la nueva generación de consolas. Esto va en dos sentidos, para los gamers de antaño, aquellos que crecimos en las décadas de 1980 y 1990 parece un premio, pues ahorra trabajo de conectar consolas viejas para disfrutar de esos títulos de calidad; pero, existe la posibilidad de que sea simple falta de capacidad de los estudios y empresas de generar títulos que tengan ese impacto.
La oferta de nuevas versiones de viejos títulos como Metal Gear Solid, Resident Evil, o las mil versiones de Last of Us, inundan las consolas, algo que un gran porcentaje de usuarios agradecen, pero otros podrían considerar excesivo, pues sería mejor buscar crear nuevos juegos que tengan la misma calidad, y no es que no existan en el mercado opciones para los más exigentes, así como para los jugadores más casuales, en el nuevo mundo de los videojuegos hay para todos los gustos, solo hace falta ver las tiendas virtuales para ver que hay quienes juegan a ser una cabra sin mayor objetivo que recorrer las calles.
Por otro lado, el excesivo mercado de remakes de juegos viejos parece tener una intención más noble, digamos, hacer llegar el producto a nuevas generaciones de gamers, aquellos que ahora conocen únicamente Minecraft, Free Fire, Fortnite; que no conocen la sensación de dificultad al completar una historia, sino socializar de alguna manera en las diferentes plataformas de juegos; pero, siendo realistas no es un público objetivo real, pues pocos usuarios de la nueva generación de consolas tienen el interés real de jugar una nueva versión de Resident Evil 2 o 3, mucho menos de un juego tan complicado como Metal Gear Solid 3: Snake Eater, el cual ahora se denomina Metal Gear Solid Delta, y que el mismo creador Hideo Kojima aseguró no va a jugar, al final su producto se disfrutó en el PS3 hace algunos años atrás.
No se pone en duda la alta calidad de los productos que siguen teniendo nuevas versiones, a veces solo con mejoras gráficas para verse más bonitos, pero sí es un error que las compañías y estudios se limiten a esta práctica de vender nostalgia, en lugar de dar seguimiento sus historias y productos con mayor índice de ventas, al final son los jugadores que en su momento vivieron la emoción de estos títulos por primera vez quienes regresan a jugarlos en más de una ocasión, y obviamente a gastar ese dinero ya que tienen el poder adquisitivo, un menor no tendrá más de mil pesos para comprar un juego así, a menos que utilice su pensión del “Malestar”…
Del Nivel Secreto
En el universo de los videojuegos existe una amplia comunidad de coleccionistas de consolas, equipo, dispositivos de viejas consolas, incluso de algunas que no vieron la luz debido a que se canceló su producción o se cambiaron las cosas entre las compañías, como fue el caso de la Nintendo Play Station de Sony y Nintendo, la cual no existió formalmente pero existen prototipos que sí operan. O en el caso de títulos como Castlevania Resurrection para el Sega Dreamcast, que hace unos años salió para jugarlo por primera ocasión aunque oficialmente fue cancelado por Konami.
Ahora existe una pequeña tendencia, muy original por cierto, de algunos juegos gráficamente inferiores, con similitudes a juegos de la SNES o Sega Genesis, que ofertan versiones físicas de sus juegos en cartuchos para esas consolas, eso sí es explotar la nostalgia con ganas, además de que da un nuevo uso y vida a consolas viejas que de no ser porque en algunas ocasiones dan ganas de jugar el titulo original en su versión de antaño estarían generando polvo en muebles dentro del hogar… ahí sí hay que aprender y replicar…