Desayuné decepción durante días después del enorme concierto que nos ofreció Bobby Oroza el sábado 26 de agosto, sold out, 2 desmayos por la emoción, llanto, gritos, erotismo, magia…el Rey del Soul se divertía en el escenario haciendo lo que mejor sabe hacer: estremecer cuerpos, corazones, mentes, almas…cuando sonó This Love, colapsamos, pocas veces he visto públicos que llevan vinilos en las manos, se saben todas las canciones y pese a ello dejan de cantar porque están hipnotizados ante la brutal calidad de un músico, eso fue lo que sucedió, solo cuando Bobby nos pedía con las manos cantar obedecíamos como esclavos a su rey, ¿hablé con él después del concierto? sí, tengo firmado su primer demo, ya compartiré con ustedes la conversación acerca del tour. Existe un refugio contra el dolor en la calle de Manuel Carpio #176 que no murió durante la pandemia cuando todas las luces de la mayoría de los sitios se apagaron. De pie, con la elegancia de esas cantinas ya extintas, el orgulloso y fino Salón Guerrero sirve chamorros, carne tártara, caldo de camarón, mole de olla, ¿por qué es fino? Porque trata con delicadeza a sus clientes, porque la cerveza está fría, el hombre tras la barra desde hace más de 30 años apodado El Tío te tratará como su sobrino favorito cuando le pidas una Piedra o un Vermú rojo con soda, cerveza, ron o vodka, te va a ofrecer botana, no te dirá la cantaleta del 99% de las cantinas actuales “tienes que consumir mínimo 3 tragos para que no te cobremos la comida”, eso jamás, pondrá delante de tu cruda un precioso caldo de camarón o lo que se te antoje de la botana del día. De pequeñas dimensiones físicas y gran espíritu este lugar es una joya escondida entre calles que se mueren y gentrifican día a día en la zona. Sentí mucha nostalgia al ver la vieja rockola al fondo del bar, a los clientes habituales cantando, me recordó a lugares desparecidos como mi amado bar Los Jarritos, Mary, Marisol, las extraño, he pensado en dónde estarán ahora, ¿a quién le dirán? “¿qué te sirvo mi amor?”, “¿qué vas a tomar reina chula?”.
Un lunes por la tarde terminé aquí, me cité con una chica que conocí en el concierto de Oroza, lloraba en el baño de al lado, gritaba “no vino, me dejó aquí sola, no llegó” toqué la puerta, salió, le invité un trago, hablamos, logré calmarla, prometió contarme la historia de sus cicatrices en los dedos. Una forma de honrar el amor es ponerse un vestido nuevo, perfume, salir, ir a un concierto sola, disfrutrarlo, vibrar. Cuando te dejen plantada, desprecien tu invitación, no le tomen la menor importancia y ni siquiera se tomen la molestia de avisarte que no irán, debes saber algo, “cuando alguien quiere verte o estar: hará lo imposible”…me lo susurró un vasito de vermú en la barra del Salón Guerrero escuchando la única canción que me gusta de Ed Maverick, Fuentes de Ortiz. Si alguien te ofrece migajas, mentiras, miedo, desconsideración o sus huesos rotos, huye a la noche.
