El gobernador, Miguel Ángel Riquelme, como lo hicieron en sus Estados los demás gobernadores de la Alianza Federalista, convocó a la ciudadanía a unirse contra el centralismo presidencial y los recortes presupuestales.
Para valorar este reclamo debemos tener presente qué es el federalismo.
El federalismo se constituye en el pacto que celebran Estados independientes entre sí, para constituir una entidad mayor y más fuerte.
En dicho pacto sacrifican su independencia y con ella su existencia al exterior, pero conservan su autonomía interior.
Una federación también puede adoptarse como fórmula de descentralización política.
En este caso, un país unitario se divide en demarcaciones a las que se reconoce libertad política interna transformándolas, así, en Estados. Por lo general, se hace con territorios que ya tenían autoridades e idiosincrasias locales propias.
Cualquiera que sea la forma, son los Estados los que suscriben el pacto de unión federal, constituyen al gobierno central y le ceden algunas de sus atribuciones para que tenga una jurisdicción propia sobre la población y el territorio nacionales.
Somos los ciudadanos de cada Estado los que producimos bienes y pagamos impuestos, por lo que estos, en principio, corresponden al Estado donde se generan.
A la Alianza Federalista le asiste la razón y el derecho; y nuestro Gobernador ha demostrado su diligencia y entereza para mantener la seguridad y la gobernabilidad y el combate a la pandemia: a pesar de la escasez de recursos.
Para que el Presidente los atienda, los gobernadores necesitan mantenerse unidos y actuar con decisión, pero prudentemente, para que conserven la fortaleza que esta cruzada demanda.
Es necesario que los ciudadanos, que coincidimos con este propósito, los respaldemos para que haya un diálogo constructivo y fructífero con el Presidente y se desactive toda amenaza de desestabilización y fractura política.