Hoy México se ve en el espejo de su primera presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo. Un reflejo cargado de historia y de esperanza, especialmente, para las mujeres, lo que nos recuerda que la transformación no está completa si no es también feminista.
Por primera vez, una mujer presidenta rindió un informe a la nación mexicana. Durante los primeros 11 meses de su gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo expuso que, desde el inicio, uno de sus principales objetivos ha sido la promoción de la igualdad y el reconocimiento de las mujeres.
En coherencia con este compromiso, por primera vez, contamos con una Secretaría de las Mujeres, instancia que ha distribuido 25 millones de Cartillas de Derechos y ha puesto en operación la línea 079, *1, de apoyo a mujeres y consolidó una Red de Voluntarias Tejedoras de la Patria.
De igual forma, por primera vez, se crea la Pensión Mujeres Bienestar que beneficia a más de un millón de mujeres con edades entre 63 y 64 años; al finalizar el año, se sumarán dos millones más.
Paralelamente, se logró la instalación de los `primeros 678 Centros LIBRE, de los 2 mil 500 programados para todos los municipios del país. En Tamaulipas, contamos con Centros LIBRE en 16 municipios donde se han realizado pláticas, talleres y actividades como La Mercadita de las Mujeres con actividades orientadas al fortalecimiento de la economía y los proyectos de las tamaulipecas.
Asimismo, por primera vez, se inauguró una cineteca con un ciclo de cine de y para mujeres indígenas, se instauraron efemérides de heroínas de la patria y se abrió el Museo Mujeres en la Historia en Palacio Nacional, gestos culturales y transformaciones políticas que nos recuerdan que el reconocimiento de las mujeres no puede limitarse al ámbito privado, sino que debe ocupar el espacio público, histórico y nacional.
En cuanto a las cifras de reducción del feminicidio, Sheinbaum informó que alcanzó un 34 por ciento durante su gobierno, logros que emanan de una transformación de fondo en las políticas para el combate a la violencia de género.
En lo referente a las reformas legislativas en favor de la igualdad sustantiva de las mujeres, el derecho a una vida libre de violencias y la eliminación de la brecha salarial, en los últimos 11 meses, se reformaron los artículos 4º, 21, 41, 73, 116, 122 y 123.
Además, México se ubica en su nivel más bajo de desigualdad en cuatro décadas, Según el Coeficiente de Gini, México ocupa el segundo país con menor desigualdad de América, solo después de Canadá, lo que ha impactado en la reducción de la feminización de la pobreza, especialmente, en comunidades indígenas y afrodescendientes.
Si bien, se cuenta con logros importantes, no se trata de idealizar, ni de pensar que el camino está resuelto. Grandes retos como la erradicación de la violencia en todas sus formas, la redistribución justa de los cuidados y la paridad sustantiva en todos los niveles de decisión, aún persisten.
No obstante, todo aquello realizado por primera vez, dado a conocer por la presidenta en su primer informe, nos deja claro que la agenda de género ya no es solo un discurso políticamente correcto y se ha convertido en la columna vertebral del proyecto de nación que ella encabeza. Porque con Sheinbaum, llegamos todas.