En Nuevo León, poco más de 4 millones y medio de personas con credencial vigente podrán acudir el 1 de junio próximo a las más de 3 mil 572 casillas que serán instaladas para sufragar por los 57 cargos en juego en la elección judicial.
Los puestos a elegir son: nueve ministraturas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, quienes permanecerán en el cargo por los próximos 12 años; tres magistradas y dos magistrados del Tribunal de Disciplina Judicial y una magistrada y un magistrado para la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Además de tres magistraturas de la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, con sede en Monterrey, de las cuales dos serán para mujeres y una para hombres.
También habrá en disputa 23 magistraturas de circuito de las ramas administrativa, civil, mixta, penal y de trabajo. Doce de estos cargos corresponderán a mujeres y once a hombres. Y 15 puestos para jueces y juezas de distrito.
Ya viéndolo bien se trata de posiciones de vital importancia para el estado, porque ahí se deciden miles de casos y expedientes, que van desde un simple juicio civil o penal hasta procesos donde hay en juego millones de pesos o hasta la libertad de personajes polémicos.
Ahora entiendo por qué desde el Gobierno estatal quieren influir en la votación, según dicen los empleados de dependencias estatales, cuyos jefes están presionando para que cada uno de ellos lleve obligatoriamente a cinco personas para que voten a favor de ciertos aspirantes.
Eso sucede en la Defensoría de Oficio, donde al principio les pidieron “de cuates” que ayudaran llevando a sus familiares cercanos a las urnas, y que unos días antes les darían los nombres de los que deben apoyar.
Lo mismo ocurre en el Registro Público de la Propiedad y el Registro Civil, pero en los últimos días ya fue una orden, con la amenaza de ser despedidos si no cumplen. En el caso de los directores de área, esa cantidad se multiplica por 10.
Los empleados de esas dependencias aseguran que esa “operación electoral” deberá ejecutarse de manera impecable el “Día D” y en su momento les dirán el mecanismo exacto para que no haya fallas. Sobre los motivos para esa exigencia hay diferentes versiones, las cuales iremos dando a conocer conforme se acerque la fecha.
