Cultura

Gornick y la esclavitud de las mujeres

Si hay una escritora que le ha tomado el pulso a la sociedad estadunidense es Vivian Gornick (Nueva York, 1935). Atrincherada de la crónica, el reportaje y el ensayo personal, se acercó, con pasos certeros, a la autobiografía. Después de haber incursionado en la prensa, conocido las entrañas del periodismo narrativo, entre subidas y bajadas, aciertos y tropiezos, tuvo la necesidad de emprender una escritura dirigida hacia el autoconocimiento. De ahí surgieron libros valiosos como Apegos feroces (1987) y La mujer singular y la ciudad (2018); los denomino así porque son un ejemplo de la evolución en los géneros literarios: en este caso del periodismo en un maridaje con el ensayo.

Autores como García Márquez, Kapuscinki, Garibay, Berlin y Rivera Garza estarían de acuerdo. Menciono a esta última narradora porque desde que publicó Había mucha neblina o humo o no sé qué (2016), su escritura pasó por una metamorfosis y cada vez, de manera más visible, escribe libros más cercanos a la crónica y al ensayo. Es decir, títulos que la editorial debe “disfrazar de novelas” porque en realidad no lo son, y está bien. Cuando los editores entiendan que los lectores, como los géneros literarios, han evolucionado, podrán permitirse no ocultar lo que en realidad son los libros. Sin embargo, prefieren no correr riesgos.

En el caso de Sexto piso, no tiene temor de exponer de qué se trata este título. El subtítulo es claro, “textos feministas”. Son seis pasajes que emergen del periodismo de la mejor calidad narrativa. Gornick es una escritora que contagia con la palabra, como si se instalara en un confortable sillón y en ese momento iniciara sus crónicas, cuyo eje es el feminismo: ella, las mujeres, la sociedad, las injusticias, lo que falta por realizar y legalizar.

Cada vez que un título de Gornick llega a las librerías, resulta inevitable no meter la nariz de nuevo en su prosa. Sexto piso le ha dado el lugar que merece y, de nueva cuenta, contagia, revela, compara una serie de situaciones en torno a la vida de las mujeres. No sólo le toma el pulso a la sociedad en Estados Unidos, sino también a las de otras latitudes, pues las féminas tienen la desigualdad como elemento en común. A la escritora le interesa la cohesión social, los intereses comunes, rostros velados, invisibilidades que escudriña de forma puntual. Sus textos fueron publicados en los años setenta y, después de más de cincuenta años, como ocurre con reflexiones de Virginia Woolf, Simone de Beauvoir, Nahui Ollin, Antonieta Rivas Mercado, Elena Garro, Rosario Castellanos, entre otras autoras, poseen vigencia. “La esclavitud prologada de las mujeres es la página más oscura en la historia de la humanidad”, dice Elizabeth Cady Staton, coterránea de Gornick, autora de la Declaración de Derechos y Sentimientos, aprobada en la primera Convención de Seneca Falls, en 1848, un manifiesto fundacional del feminismo.

Para Vivian Gornick, en el siglo XXI, hubo un parteaguas en la historia del feminismo. Se refiere al movimiento Me too, una campaña que surgió a nivel mundial como respuesta al acoso y la agresión a mujeres, específicamente, en el ambiente laboral. Porque “los hombres seguían tratando a las mujeres como a sus instrumentos en vez de como a sus semejantes, y las mujeres con una increíble docilidad, habían sido cómplices de ello. La conclusión es que estamos lejos de lograr el cambio cultural necesario para conseguir una vida nueva. Esa revolución que yo creía que habíamos llevado a cabo hace cincuenta años, me parece ahora un episodio más en nuestro largo y torpe pedaleo hacia la ciudadanía de primera clase”, refiere la autora en el prólogo del libro.

“La peluquería de Bobby” es una estampa de la vida cotidiana en Nueva York, un hombre que se dedica a cortar el cabello y que le entretiene la conversación amena que establece con sus clientas. Bobby es un hombre solitario, tiene poca vida social, cuando no asiste a laborar se deprime un poco porque en realidad encuentra cierto encanto al saber la vida de las mujeres: lo que hacen, piensan, crean, discuten, aman y desaman. Pero la sociedad cambia, al igual que las mujeres, y el peluquero parece no notarlo; es decir, las anécdotas y chistes que antes eran simpáticos, ya no lo son. A eso se refiere este relato.

Los siguientes textos “Conciencia”, “A juicio por comportarse como hombre” y “El movimiento de las mujeres en crisis” tienen en común que exponen la desigualdad de las mujeres y la lucha del movimiento feminista. En el primero de ellos, se examina la génesis de estos grupos feministas que se denominaron de “Autoconciencia”; es decir, “la práctica feminista de examinar la experiencia personal propia desde la perspectiva del machismo, esa teoría que explica la posición de subordinación de la mujer en la sociedad como resultado de la decisión cultural de conferir poder directo a los hombres e indirecto a las mujeres”, escribe Gornick. (pag. 36) El propósito es exhibir cómo funcionan esos grupos, sus aciertos, sus errores. Señala nombres de feministas norteamericanas que contribuyeron a la lucha y, de algún modo, siente el peso de la responsabilidad sobre sus hombros. Hay una conversación entre mujeres que marca las diferencias de cada una, a veces la complicidad con el patriarcado; de ahí surgen sorprendentes revelaciones. “A juicio por comportarse como hombre” se refiere a la doble moral que también alcanza al territorio francés, con todo y su modernidad. Es curioso cómo una profesora norteamericana es llevada a prisión por haber sostenido una relación con un chico de 17 años. El desenlace es trágico, más allá del amor. Sin duda, una sentencia exagerada para una mujer; porque si se hubiera tratado de un hombre no hubiera tenido las mismas consecuencias.

“El movimiento de las mujeres en crisis” es un repaso de la historia del feminismo, sus alcances, limitaciones y caídas. Una de las fallas que distingue la escritora es cuando las feministas riñen entre ellas, pues lo único que hacen es ponderar el famoso y repulsivo: divide y vencerás. La miopía se apodera y no hay nada por hacer. Acaso la única ruta es apartarse de ese proyecto, ejercer el feminismo desde otro sitio. Gornick está consciente que ninguna de sus compañeras posee “la verdad ni la última palabra”. Para ella, “cada feminista es un microcosmos de feminismo, y por muy distinto que sea el feminismo de cada una, sigue encerrando la totalidad de las cosas”. (pag. 91)

En los dos últimos textos, se tiene la oportunidad de ver a una Vivian Gornick diferente. No sólo encarna a una esgrimista de la palabra y los derechos de las mujeres, también combate con sable, florete y espada al arribar a la crítica literaria, un terreno lejos de ser pantanoso. “En la misoginia de estos escritores reside el iluso y el viejo sueño de hombres asustados: si ella es menos humana, yo seré más humano”, anota. Y saltan los nombres con argumentos: Norman Mailer, Philip Roth y Saul Bellow. Se vale quitarse las lagañas de los ojos y leer de nuevo. Cuando Gornick los ubica de esta manera, no los está revisando con perspectiva del presente, sino que hay ejemplos muy evidentes de cómo retratan a sus personajes femeninos. Acaso habría que añadir en este listado a Miller, a quien menciona a lo largo de este texto. Sin embargo, no estamos ante una cacería, sino de mencionar el sustento de Gornick convertida en crítica literaria. En el siguiente texto, en contraposición a lo mencionado, aparecen nombres de escritoras que, desde la perspectiva gornickiana, han acertado al ostentar una actitud defensiva hacia el modelo patriarcal, como Joan Didion, Anne Roiphe, Lois Gould y, la inglesa, Margaret Drabble.

Aquí se analiza, a grandes rasgos, el feminismo en el siglo XIX y en el XX. Aunque la política en el actual gobierno de su país no favorece a las mujeres, Gornick sabe que el movimiento debe continuar porque es “la larga batalla de la historia contemporánea”.


'Por qué algunos hombres odian a las mujeres'. Y otros textos feministas. Vivian Gornick. Sexto piso. México, 2025.
'Por qué algunos hombres odian a las mujeres'. Y otros textos feministas. Vivian Gornick. Sexto piso. México, 2025.


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Mary Carmen Sánchez Ambriz
  • Mary Carmen Sánchez Ambriz
  • [email protected]
  • Ensayista, crítica literaria y docente. Fue editora de la sección Cultura en la revista Cambio.
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