A dos semanas de las elecciones en México y en medio de una cínica guerra sucia de mentiras y calumnias entre candidatos y partidos políticos, vale la pena recordar el concepto de Satya, el segundo de los Yamas u observancias éticas sociales que el sabio Patanjali recomienda practicar en los Yoga Sutras, uno de los textos yóguicos fundamentales.
Mencionado dentro del primero de los ocho brazos del Yoga, Satya es una palabra en sánscrito, cuyo significado alude a la verdad, lo correcto, lo que existe, lo que es, a la honestidad; en suma, es un precepto que habla del hábito de no mentir. Satya, entonces, es la coherencia de la verdad en palabras, pensamientos y acciones, lo que nos coloca en posición de expandir nuestra conciencia.
Como explica el portal gong.yoga, Satya promueve, más que la “posesión” de la verdad absoluta, que por lo demás es una pretensión imposible, el respeto a la verdad como precepto de conducta tanto en la relación con nuestro ser más profundo, evitando el autoengaño, como con los demás: “Esta verdad debe ser observada en nuestro discurso, de manera que no mintamos y tampoco nos hagamos eco de falsedades, difamaciones, bulos o habladurías que como tales carezcan de una base sólida y sean pura rumorología”.

Resulta que la sesión de yoga es en donde podemos darnos cuenta qué tanto aplicamos Satya en nuestra práctica, lo que se traduce en directo en nuestras vidas cotidianas. Realizar asanas con Satya en mente puede ser muy similar a aplicar el primer yama, ahimsa, el precepto de no violencia: “Un yogui puede practicar Satya siendo fiel a sí mismo, sin asumir una personalidad que no sea auténtica. Se trata de honrar nuestros cuerpos reconociendo cuándo una asana o una secuencia está más allá de nuestro nivel”.
La postura asociada a Satya es Alanasana, la Estocada alta, donde debemos sentir la fuerza y el empoderamiento a medida que la parte inferior del cuerpo se arraiga en la tierra y la parte superior se eleva hacia el cielo: “Siente la fuerza y la estabilidad en tu convicción. Mantente firme en tu verdad”.
Pero, además, para hacer de ésta una meditación en movimiento, levanta las manos por encima de la cabeza en Kali Mudra mientras inhalas y al exhalar bájalas paralelas al piso al nivel del corazón, visualizando la afilada espada de la conciencia despierta cortando cualquier cosa que evite que seas fiel a ti mismo.
(Con información de gong.yoga, mettayogastudio.com y relajemos.com)