A pesar de la crisis económica que enfrenta México y el endeudamiento histórico de 4.8 por ciento que enfrentará el país en 2024, este permanecerá como uno de los destinos más atractivos para la inversión global, debido a la estabilidad política y al comportamiento del peso frente al dólar.
Según los datos revelados por el titular de la Secretaría de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, el miércoles pasado ante el pleno del Congreso de la Unión, “la nación está en calma” y el endeudamiento referido será necesario para concluir todas las obras faraónicas que inició el presidente López Obrador.
Empero, ese déficit fiscal que propone el gobierno federal para 2024 de 4.9% del Producto Interno Bruto (PIB), cuyos dígitos están contenidos en 1.5 puntos porcentuales directos al impacto de una mayor tasa de interés, sobre la deuda pública y de la inflación, afectará a todos los mexicanos en lo particular y en lo general.
Por ende, sin ese efecto negativo de las tasas de interés, el saldo de no crecimiento en las finanzas públicas para el próximo 2024 aseguró Ramírez de la O, sería de 3.4% del PIB, cifra similar a la que hemos vivido en este 2023.
Como de Ripley. Luego de esa comparecencia de Ramírez de la O ante diputados federales, pareciera ser que pese a la inestabilidad política y de muchos rubros que enfrentamos los mexicanos, México todavía se muestra atractivo para atraer los grandes capitales para invertir.
Y es que no obstante los vaivenes de la microeconomía nacional, en el que los precios de los productos básicos, la llamada canasta de alimentos prioritarios, no está al alcance de muchos millones de mexicanos, hoy resulta que existen condiciones propicias para que vengan a México importantes capitales para hacerlos crecer sin restricción alguna.
Si bien es cierto que a diario se registran conflictos políticos en el país, por la aprobación -fiel a la idiosincrasia de los legisladores de Morena- la comparecencia de Ramírez de la O fue exitosa, ya que defendió con bases firmes el endeudamiento que enfrentarán las finanzas públicas de la nación el año próximo.
Otro de los datos aportados por el titular de Hacienda, fue el de que 8 de cada 10 pesos del gasto neto total se destinarán a compromisos obligatorios; entre los más importantes mencionó el costo financiero de la deuda, las pensiones y jubilaciones, así como las participaciones a estados y municipios.
El régimen lopezobradorista, en su alocución demagógica, mantendrá las dádivas a los mexicanos que frisan los 65 años con el fin de asegurar por “compromiso moral” el voto de ellos y mantenerse así en el poder.
Está más que corroborado que al titular del Ejecutivo federal no le importan los daños que ocasionará su decreto demagógico con tal de que Morena gane la elección presidencial en 2024, pese al grave endeudamiento que enfrentaremos los mexicanos y que pagaremos con creces por los próximos 20 años. Al tiempo.
Notas de Trascendencia
No obstante su juventud, José Pablo Gutiérrez Fernández, secretario general del municipio de Benito Juárez con cabecera en Cancún, ha mostrado experiencia y buenas dotes políticas al frente de esa institución, ya que ha registrado logros de trascendencia con los diversos sectores de la sociedad de Quintana Roo.
La alcaldesa Patricia Peralta de la Peña presentó hace un par de días los logros alcanzados en el año que lleva al frente del ayuntamiento turístico más importante de México y América Latina y, sin aspavientos, Gutiérrez Fernández ha sido el artífice de muchos de esos objetivos ponderados por la munícipe.
Con esos logros, el hoy joven político tiene una gran posibilidad de ser considerado uno de los aspirantes con mayores méritos para suceder a Peralta, en septiembre del año próximo, en la Primera Magistratura Benitojuarense.
Sin altavoces ni acciones demagógicas, José Pablo Gutiérrez Fernández se perfila como un excelente elemento para alcanzar los máximos honores de la Joya de la Corona: Cancún.
Ahora habrán de proyectarlo sus mentores y la propia alcaldesa. Tiene madera, carrera, presencia y experiencia para lograrlo. Habremos de esperar unas semanas para verlo encumbrado.