No cabe duda que cuando se suscita una tragedia en cualquier parte del país, sale lo mejor de los mexicanos, lo cual ha quedado demostrado en situaciones como en los diferentes terremotos que han pegado muy fuerte en la Ciudad de México, en inundaciones en diferentes puertos, en explosiones como la de San Juanico o bien, la que acaba de suceder en Iztapalapa, luego de que un tráiler que transportaba gas, cayera de un puente y explotara, cobrando varias vidas humanas y dejando con graves quemaduras a muchas más.
En todos estos eventos y muchos más, lo que aparece siempre es la solidaridad de los mexicanos, quienes en el momento de que se presentan las tragedias se hacen presentes, olvidándose de trabajos, diversiones y acuden en gran número a prestar ayuda para rescatar heridos y sacar a los fallecidos.
Una de las tragedias más fuertes se registró el 19 de noviembre de 1984, cuando se presentó una fuga de gas en las instalaciones de Pemex y luego una explosión de los tanques de almacenamiento y la onda expansiva alcanzó los hogares de los habitantes, quienes a esa hora, a las 05:45 horas, no se dieron cuenta que la muerte les llegaba.
Dentro de las cifras que se manejaron, el número de fallecidos en San Juan Ixhuatepec o San Juanico fue de 503, 926 lesionados, 149 casas dañadas y se tuvieron que evacuar a 60 mil personas.
De inmediato la solidaridad se hizo presente, muchos mexicanos acudieron a apoyar en las labores de rescate, pero también muchísimas más de todo el territorio nacional mandaron víveres.
Luego se vino aquel terremoto del 19 de septiembre de 1985, en donde edificios, comercios, viviendas se vinieron abajo nuevamente miles de mexicano mano con mano retiraban los escombres durante los rescates.
En Acapulco el huracán Otis hizo de las suyas y también se recuerda en Monterrey las inundaciones en las cuales el Río Santa Catarina tras las llegadas del remanente del Huracán Gilberto el 17 de septiembre de 1988.
No cabe duda que todos estos eventos que cobraron víctimas, mostraron al mundo que ante el dolor también hay unión y lo último que acabamos de ver fue la pipa que cayó de un puente y explotó, en Iztapalapa, Ciudad de México, provocando decesos y decenas de heridos.
Pero también hubo personas que se hicieron presentes para apoyar con alimentos a los familiares.
Esta historia se ha repetido y los mexicanos saben ayudar en tiempos difíciles.
