En el contexto actual, el término "masculinidades" se refiere a la diversidad de formas en que los hombres construimos nuestra identidad y nos relacionamos con el mundo, más allá de un único modelo de "ser hombre".
Se reconoce que la masculinidad no es fija ni solo biológica, sino una construcción social y cultural que varía según el tiempo, el lugar y las experiencias individuales.
Históricamente, se ha promovido un modelo de masculinidad, a menudo llamado "hegemónico", que enfatiza características como la fuerza, la competitividad, la racionalidad y el control emocional.
Sin embargo, este modelo ha sido criticado por su rigidez y por promover la desigualdad y la violencia. También llamado el patriarcado.
La noción de "masculinidades" en plural surge como una alternativa, reconociendo que existen múltiples formas de ser hombre, algunas de las cuales desafían los roles tradicionales y promueven relaciones más equitativas.
Las masculinidades alternativas pueden manifestarse de diversas maneras, pero suelen compartir algunas características comunes:
Reconocimiento de la diversidad: Aceptación y valoración de las diferentes formas de ser hombre, sin jerarquías ni exclusiones. Rechazo de la violencia: Compromiso con la no violencia en todas sus formas, tanto física como verbal, psicológica, etc. Empatía y cuidado:
Desarrollo de habilidades emocionales y disposición a mostrar vulnerabilidad y cuidado hacia los demás.
Relaciones igualitarias: Búsqueda de relaciones basadas en el respeto mutuo y la equidad, tanto en el ámbito personal como en el social.
Participación en el hogar y cuidado: Compartir las responsabilidades domésticas y de cuidado de niños y personas dependientes.
Reflexión crítica: Análisis de los propios comportamientos y privilegios, cuestionando los roles tradicionales y buscando nuevas formas de relacionarse.
Los estudios sobre masculinidades permiten comprender cómo se construyen las identidades masculinas, analizan los factores sociales, culturales e históricos que influyen en la forma en que los hombres se definen a sí mismos y se relacionan con los demás.
Contribuyen a la promoción de la igualdad de género, al cuestionar los modelos tradicionales de masculinidad, se promueve una visión más justa y equitativa de las relaciones entre hombres y mujeres.
Ayudan a prevenir la violencia. Al analizar los vínculos entre la masculinidad hegemónica y la violencia, se pueden desarrollar estrategias para prevenirla.
Habrá que revisar honradamente el conjunto de atributos, valores, comportamientos y conductas que son característicos del hombre en nuestra sociedad actual.