Esta semana encontramos un artículo escrito por Eliza Strickland en IEEE Spectrum y sobre esto hacemos un análisis detallado:
La Inteligencia Artificial (IA) está a la vanguardia del avance tecnológico, remodelando industrias, economías y sociedades a un ritmo sin precedentes.
Para el año 2024, estos indicadores ofrecen una visión profunda del estado de la IA.
Estos índices describen el panorama dinámico de la IA y resumen las tendencias, los desafíos y las oportunidades que definen su trayectoria, descifrando sus implicaciones y significado.
El primer indicador muestra el impacto transformador de las tecnologías de IA generativa.
Los modelos generativos, como GAN (Generative Adversarial Networks) y modelos de lenguaje como GPT (Generative Pre-trained Transformer, ChatGPT) han sido testigos de un
notable aumento en la adopción.
Su capacidad para generar imágenes, textos e incluso música realistas ha desatado una ola de creatividad e innovación en diversos ámbitos.
El segundo indicador profundiza en la evolución de los costos de los modelos de IA.
Solo para poner esto en contexto de importancia, la inversión en este modelo creció en 2023 10 veces respecto al 2022, pasando de 2.85 a 25.23 billones de dólares.
A medida que los modelos de IA crecen en complejidad y escala, también lo hacen los recursos necesarios para desarrollarlos e implementarlos.
Al mismo tiempo, se busca alcanzar la democratización de la IA, con servicios basados en la nube e iniciativas de código abierto que hacen que la IA sea más accesible para un público más amplio.
Ahora bien, en medio del entusiasmo que rodea el avance de la IA, el discurso sobre el uso responsable de la IA emerge como un punto focal crítico.
Un tercer indicador muestra cómo, a medida que la IA continúa permeando varios aspectos de nuestras vidas, garantizar su uso responsable y ético se vuelve primordial para fomentar la confianza y mitigar los riesgos potenciales.
Un cuarto indicador nos precisa que, si bien existen países que lideran la innovación y la inversión en IA, otros enfrentan desafíos para mantener el ritmo de la tecnología en rápida evolución.
Aceptar el poder transformador de la IA y al mismo tiempo, defender los principios éticos y fomentar la inclusión, es indispensable para avanzar hacia un futuro en el que la IA sirva como catalizador para un cambio positivo, enriqueciendo vidas y haciendo avanzar la civilización humana.
