Todas las semanas, estamos recibiendo información sobre IA, y el uso masivo que se esta haciendo a nivel mundial de todas las herramientas que han surgido y sobre todo, de las aplicaciones de dichas herramientas que podemos usar en nuestra vida diaria.
Y aquí es donde se vuelve más complicado hacer pronósticos o escenarios, ya que hay enormes diferencias entre países.
La carrera global por la IA no es pareja: la marcan la inversión, el talento, el cómputo y reglas claras.
Y es evidente que los países que se rezaguen en la implementación de estas herramientas, tendrán un futuro más complicado y adverso.
Estados Unidos encabeza por amplio margen, este campo, concentra la mayor inversión privada en IA y la mayor producción de modelos de frontera, algo que se traduce en ecosistemas, salarios y patentes que atraen al resto del mundo.
China es quizá el país más agresivo en crecimiento, apoyado por su sistema de gobierno centralista, que destina cantidades enormes de recursos para apoyar dicho crecimiento.
De acuerdo con el AI Readiness Index, a nivel global, México ocupa el lugar 58 entre 193 países.
Los elementos que componen este indicador son:
AI Readiness (gobierno), Innovación / Modelos, Investigación / Publicaciones, Gobernanza / Regulación, Inversión pública / R&D, Brasil, Colombia, Argentina, están por encima de México, solo superando a Centroamérica y Venezuela.
Si comparamos el tamaño de economía y el tamaño de mercado basado en exportaciones, no existe lógica para que nuestro país éste en ese nivel de mediocridad.
Las implicaciones económicas de rezagarse tecnológicamente son enormes, ya que nuestros socios comerciales màs grandes, están avanzando al doble de velocidad que nosotros,
Corremos el riesgo de convertirnos en simples consumidores de tecnología, dependientes de los avances que se logren en otros países, y esa dependencia, nos puede llevar a una marginación peor aún de la que ya tenemos evidencia.
La eficiencia de enseñanza y la velocidad de las herramientas de IA para capacitaciòn, están al alcance de todos, ni siquiera requerimos grandes inversiones, necesitamos liderazgos serios, profesionales, y la actitud de romper paradigmas, que nos van a permitir emparejar el piso y poder competir en cualquier mercado.
¡El mañana es hoy!