Dawn Fraser, nadadora australiana y cuatro veces medallista olímpica,describió a la perfección la esencia del espíritu olímpico al decir que este evento es “la búsqueda más apasionante por encontrar la excelencia en el deporte y, tal vez, en la vida misma".
Hoy, esa búsqueda ha transformado radicalmente a los Juegos Olímpicos a través de avances en diversas disciplinas como la medicina deportiva, fisiología y nutrición de los atletas, lo que ha permitido diseñar programas de entrenamiento más efectivos y personalizados, optimizando el rendimiento de los atletas. También lo ha hecho a través del desarrollo de materiales y tecnologías deportivas en la ropa y equipamiento, como trajes de baño hidrodinámicos, zapatillas con amortiguación y propulsión, y raquetas más ligeras y resistentes.
Si bien la pasión y la perseverancia de los atletas continúan siendo las mismas, casi 70 años después de las glorias de Dawn Fraser, esta frase cobra un nuevo significado en esta búsqueda. Hoy estamos frente a la posibilidad de que esa excelencia humana y deportiva sea visible, accesible e inspiradora para cientos de millones de personas.
Cuando se celebraron los primeros Juegos Olímpicos modernos en 1896, la difusión del evento era muy limitada. La prensa escrita era el medio de comunicación más importante de la época y las noticias se distribuían alrededor el mundo a través del telégrafo. No fue sino hasta un año después que se realizó la primera transmisión de radio.
La primera transmisión en vivo de los Juegos Olímpicos por televisión ocurrió en Berlín 1936 de manera experimental con un puñado de disciplinas deportivas y a nivel local. No fue sino hasta México 1968 que se realizó la primera transmisión televisiva satelital, con una alcance verdaderamente global. A su vez, Atlanta 1996 se convirtió en los primeros Juegos Olímpicos digitales de la historia, al contar con un sitio web oficial, entrando en una nueva era de distribución de contenido.
Esta nueva era digital trajo consigo no solo un cambio en la distribución de la transmisión de los Juegos Olímpicos, sino en la forma en que se consumen. Hoy en día, las plataformas de video han abierto las puertas a una nueva era de consumo deportivo, donde los Juegos Olímpicos pueden verse en el canal de Claro Sports tanto en vivo, como bajo demanda, desde cualquier pantalla conectada a internet: televisión, computadora, tableta y teléfono.
Esta nueva era también implica un cambio en el formato del contenido, que encuentra nuevas oportunidades ya que su distribución no se ve limitada por las 24 horas que tiene un día de manera lineal; esto es particularmente relevante en los Juegos Olímpicos que cuentan con más de 300 eventos deportivos en tan solo 20 días.
Estas posibilidades digitales habilitan tener no una, sino todas las transmisiones de las competencias en vivo, de manera simultánea —en la agenda de París 2024 existen momentos con hasta 14 competencias sucediendo al mismo tiempo—, cediendo a las personas el poder de elegir qué disciplina quieren ver, sin depender de la decisión editorial del dueño de los derechos.
Las capacidades tecnológicas y la gran cantidad de contenido olímpico también generan nuevas oportunidades para enriquecer la experiencia de los fans. Un ejemplo claro es Multiview, una nueva función habilitada por primera vez en un canal latinoamericano, que permite disfrutar hasta cuatro transmisiones de manera simultánea de esta justa, en una misma pantalla
Esta explosión digital y el acceso a la tecnología también han provocado un nuevo hito en París 2024. Por primera vez en la historia, los creadores de contenido cuentan con un acceso privilegiado a las competencias, colaborando con emisoras oficiales, para generar contenido exclusivo en sus cuentas de redes sociales y cautivar a las nuevas generaciones enriqueciendo la experiencia y complementando la pasión deportiva con su propuesta creativa.
Toda esta transformación se ve reflejada en los patrones de consumo de la población mexicana. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Consumo de Contenidos Audiovisuales (ENCCA), elaborada por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) en 2023, 54% de las personas encuestadas en México incluyen el consumo de contenidos audiovisuales en plataformas digitales dentro de sus opciones de consulta.
Naturalmente, estas preferencias han atraído espectáculos de gran magnitud a las plataformas. No solo los Juegos Olímpicos, sino eventos musicales como Coachella y Tomorrowland, han encontrado un espacio para conectar con millones de personas incluso a través del televisor, dispositivo al que 43 millones de personas en México acuden para ver contenido.
La tecnología está transformando la forma en que disfrutamos el deporte. Los Juegos Olímpicos son una oportunidad única para observar en primera fila la revolución de la experiencia deportiva en un nuevo escenario digital y el ejemplo perfecto de cómo la tecnología puede democratizar el acceso, enriquecer la experiencia y transformar la forma en que vivimos las competencias deportivas. El futuro es emocionante, y esto es apenas el comienzo de una nueva era.