Este 2025 ha sido un buen año en términos de mercados, pero también en el frente económico las cifras han sido mejores a lo que se esperaba en enero. Por desgracia, en México el crecimiento ha sido y será raquítico. Estados Unidos y el mundo tendrán un año decente, con menor crecimiento respecto a 2024.
El consumo, el crecimiento, la inflación y, en general, las monedas han tenido una trayectoria positiva. También ha sido positivo lo hecho por muchos bancos centrales y, muy probablemente, por la Reserva Federal de Estados Unidos: relajar la política monetaria, es decir, bajar las tasas de referencia. Esto favorece el crecimiento, pues abarata el costo del dinero.
Todo lo anterior ha favorecido al mercado y, salvo el segundo trimestre —que fue pésimo por las amenazas e imposiciones de aranceles absurdos—, el rendimiento está siendo muy bueno.
Justo hoy, arrancando otro mes y con la víspera de que la Fed baje tasas el próximo día 17, podríamos ver una corrección. Una toma de utilidades y quizá también una salida del mercado ante el impacto de los aranceles ya de manera más palpable. Lo que también sabemos es que históricamente la bolsa sube cuando las tasas bajan. Ante la disminución en los rendimientos, los inversionistas están dispuestos a asumir más riesgo.
Así que, ante la imposibilidad de prever estos eventos, y sabiendo que puede venir una corrección —pero también un crecimiento a partir de la baja de tasas de interés—, hay que seguir adentro.
Esta semana debemos estar atentos al dato del empleo en Estados Unidos, que si sale muy fuerte, es desfavorable para la decisión de la Reserva Federal del 17 de septiembre, pero si sale en línea con lo esperado o por debajo, la baja de 0.25 por ciento en la tasa de interés de referencia será inminente.
En México, la decisión de política monetaria de Banxico será el día 25, y lo más probable es que la tasa baje 0.25 por ciento; sin embargo, también puede bajar 0.50 por ciento si la trayectoria de la inflación es favorable para entonces.