Utopía existe en la imaginación como trasunto de la fantasía. Es ningún lugar -en donde habitan los sueños y los deseos- en el que la realidad se transfigura en la perenne oportunidad de ser lo que aspiramos a ser. Allí lo que existen son las ideas en su modo más puro y diáfano, sin ficciones ni encantamientos, pero, al mismo tiempo, son la transliteración de los significados profundos de la verdad que cuestiona nuestra inteligencia. Hay alegría y los códigos de valor se transmutan para otorgar nuevas interpretaciones. Existe la libertad, y la confianza se torna en expresión de refinamiento.
En lo universal radica la simiente de la totalidad como espacio que integra a las entidades que constituyen el absoluto. Es continente que abarca a todos los objetos, las sustancias y las circunstancias con los que la realidad material nos provee. En ello se definen los conceptos, las ideas y las esencias que aspiran a la plenitud que trasciende los límites de lo intangible. En su ambiciosa dimensión se agrupan -por clases, géneros, modelos y tipos- los productos culturales humanos y las más perfectas realizaciones de la naturaleza. Expansión y concentración, contracción y dispersión, son sus tácticas expresivas más elocuentes.
La ubicuidad hace referencia a la multiplicación de las presencias -y de las ausencias- que nos remiten a la conciencia del valor de las cosas que, al estar presentes en su dimensión imaginaria –aunque no fuese física- juegan el rol fundamental de ser los entes que definen los derroteros del destino de los otros. Es el don que consiste en estar, de manera simultánea, en los más diversos sitios, y distantes locaciones, para interactuar con el entorno material y humano que hace posible la convivencia. Quienes lo ejercen han desarrollado habilidades de comunicación que los conducen a trascender la eternidad.
Ubérrimo concatena los signos de la fertilidad en grado superlativo de manera heteróclita y, en ese sentido, nos dirige a la comprensión de la prosperidad como la esperanza por alcanzar futuros promisorios. Es la abundancia que se traduce en la materialización de los bienes que producen la satisfacción de los deseos y, por tanto, es motivo de gratitud por los beneficios con que nos obsequia la vida. Contarla nos acerca a la adunia que colma de atributos positivos las alforjas de nuestro destino y es artífice de la fortuna que nos da paz, riqueza, tranquilidad y seguridad a manos llenas.
La unión es génesis de la energía cuya fuerza transformadora es capaz de unificar voluntades, y conjuntar estrategias, para provocar acciones positivas que devienen creación de sinergias en torno a la unidad y los resultados. Sus efectos conducen a la comprensión de la importancia de permanecer juntos y unidos como táctica para enfrentar retos, encontrar soluciones y superar obstáculos, en el arduo y tortuoso camino de las realizaciones que se logran desde el trabajo grupal que funda sus actos en el espíritu de equipo. Es síntesis de sabiduría que guía el andar hacia el único orden supremo: todos somos uno.
Jorge Fernández Acosta