Política

¿Y después de Gaza qué?

  • Ekos
  • ¿Y después de Gaza qué?
  • Javier García Bejos

“La guerra es una masacre entre gentes que no se conocen para provecho de gentes que si se conocen, pero que no se masacran.”

Paul Valéry

El hecho es el siguiente. La mañana del jueves 29 de febrero, un grupo de personas se dirigían a un convoy para recoger ayuda humanitaria al sureste de Gaza. Súbitamente, una ráfaga de balas los sorprende en una cruel ironía de estos tiempos absurdamente violentos en los que vivimos: este grupo de palestinos acudieron desesperados a un camión con víveres para poder sobrevivir a la barbarie que los acecha desde hace décadas y ahí, muchos de ellos encontraron su muerte.

La noticia se ha propagado viralmente como lo suelen hacer este y otro tipo de hechos y la estratosfera digital así como la de medios tradicionales de comunicación se han pronunciado, han reportado, se han indignado, han condenado… en fin, las reacciones se acumulan. Este texto que ahora escribo encaja en ese repositorio, sin duda. Y mientras redacto estas líneas, trato de tejer en mi mente un hilo conductor que pueda aportar algo más al lector que un juicio trivial y polarizante. Porque hoy día, lamentablemente, no hay tema que no invite a tomar posturas extremas.

Lo sucedido en la Franja de Gaza ha sido calificado como una “tragedia” por parte del gobierno Israelí, quien además asegura que la mayoría de las muertes se debieron a la confusión provocada por el tiroteo, a empujones, zafarranchos, etcétera. Por su parte, la Autoridad Nacional Palestina ha dicho que se trató de una “atroz matanza” y Hamás ha declarado que este ataque “pone en peligro las negociaciones para un alto al fuego”.

Palabras más, palabras menos, estas son las posturas de los involucrados. Desconozco cuál es la verdad aquí porque por salud mental y emocional he evitado los videos que circulan en internet y para apoyar lo que escribo en esta columna me he limitado a leer notas periodísticas, que de todas formas ya perturban bastante.

Independientemente de las versiones oficiales que cada gobierno ha dado sobre lo sucedido, a mí me causa un profundo pesar el triste hecho de que el mundo vive una época terriblemente oscura y, como le he repetido en otras ocasiones, la ausencia de liderazgos más moderados y con mayor capacidad de negociación está provocando que se multipliquen los políticos extremistas, fanáticos y radicales: Netanyahu es un claro ejemplo de ello.

Su obstinación por destruir a Hamás ignora, o simplemente olvida, de manera garrafal cómo es que nacen, crecen y se reproducen los milicias extremistas del Islam. En el hipotético y muy dudoso caso de que Israel consiguiera destruir a Hamás o Al Qaeda, más tarde que temprano un nuevo o varios grupos terroristas brotarían de los parajes desérticos de Medio Oriente.

Teniendo un contexto tan elemental como este, que no dudo que la mayoría de los israelitas conozcan, la estrategia de contraataque que ahora ya es un masacre en contra del pueblo palestino, ya se le ha salido de las manos a Israel y a Occidente (y en nada ayuda que EUA siga vetando en la ONU el cese al fuego).

Hace ya varias décadas, quizá exceptuando la Guerra en Irak derivada del 11S, que el mundo no vivía un clima global de tanta brutalidad, violencia e inestabilidad. El momento actual es particularmente delicado porque las democracias liberales y sus instituciones arrastran un desgaste y desprestigio que ha cobrado factura en la percepción que la ciudadanía tiene de estas: que no sirven para nada.

Aunado a esto, el debate público cada más estridente y polarizado y una clase política plagada de incompetentes y oportunistas demagogos, nos colocan al resto de los mortales en una cuerda cada vez más floja. Ucrania, Gaza, Burkina Faso, Somalia, Yemen, Siria, la amenaza de una guerra nuclear, el narcotráfico en América Latina, la crisis migratoria, entre muchos otros conflictos armados y sociales son una bomba de tiempo que en cuanto estalle, nos tocará a todos.

Y mientras eso ocurre, millones de personas en todo el mundo padecen las terribles consecuencias de decisiones que ellos no tomaron y por las que no son responsables. Irónico, el ser humano puede lograr avances titánicos en el desarrollo de diversas tecnologías, pero es incapaz de dialogar, tener empatía y consideración del otro. Ahora es Gaza, y después ¿qué sigue?


Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.