Maldito Javier Milei, nomás vino a echar a perder el negocio. Justo cuando uno se estaba preparando para echar andar su bitcóin, nos sale con este escandalazo, azo. Y entre más tratas de salir del pantano, se hunde cada vez más y más y más profundo.
Ahora mismo Milei es la comidilla del mundo, y no sólo por haber pateado su propio pesebre con una engañifa de estas dimensiones, que lo pone en calidad de un bribón de siete suelas, sino también a todos aquellos que, amparados en la avaricia, medran en la industria del bitcóin.
A ver quién es el guapo que después esto mete su dinero en estos nada festivos bisnes. Y menos después del perro oso que encabezó el presichente argentino con esta entrevista que salió más arreglada que la del señor Rosado y don Jelipillo. Sobre todo cuando se metió a censurar el capo de Caputo (su Córdoba Montoya, su Mouriño), que ya quería agarrar a nalgadas al reportero Viale, a pesar de ser más fanático de Milei que Juan Soler.
Interesante que se haya filtrado el video completo de la entrevista sin editar, de una televisora casualmente propiedad de Mauricio Macri —el derechoso ex presichente argentino—, que dice no haber recibido los apoyos esperados de la administración del libertario. El fuego amigo.
Eso sí, la conversación entre el señor Rosado con Caldedrunk hasta parece profesional, aunque no haya servido para limpiarle la imagen al Jelipillo que quedó todavía más enlodado.
El golpe ha sido duro para el gobierno de Milei y su fanaticada que no lo baja de boludo, pero todavía más para la industria del bitcóin que de por sí está cuajada de sospechosismos, con una clientela espantada. Incluso los bitcoines de Trump y Melania han sufrido un fuerte deterioro en su credibilidad. Más aún después de recibir el apoyo del obispo Salvador Rangel, que ya quiere que Donald invada México, el mismo que fue encontrado en un hotel de paso en una situación tan sospechosa como insalubre y poco eclesiástica.
Está malograda a también milenarios como Kinky Téllez, Leo Suckerman, la señora Ayuso del PP, y Xóchitl Gálvez, que tenían a Javiercito como el niño Fidencio del neoliberalismo.
Y luego eso de que la hermana de Milei, Karina, cobra una “coima” por acceder a Milei para algún bisne. Ese negocio también se cayó, quién va a pagar para que te estafe el ojos de toro loco.
Maldita sea, justo cuando estaba por sacar mi JairoCoin sale Milei a destruirme el emprendedurismo. Hasta para interiorizarse, mi Javi es un improvisado.