El cuento de ciencia ficción, “Planeta “casi” habitable”, publicado en 1966, por el escritor estadounidense, Robin Scott. Nos habla del planeta, Garyon, que está a punto de colapsar por la sobrepoblación, falta de tierras fértiles y pobreza: “La raza iba degenerando a causa de la deficiente alimentación y los colonos ya no eran los bravos guerreros.”
El Consejo Supremo de los garyoni envía mil sondas de exploración -a lejanas estrellas- para hallar un planeta que pudieran habitar, para no extinguirse.
Lo descubren pero…
Estamos ante el género satírico: “La sátira expresa indignación hacia alguien o algo, con un propósito moral, lúdico y burlesco. En este género por medio del escarnio, la ironía o el sarcasmo se muestran los vicios individuales o colectivos.”
Definamos Ambientología: “Ciencia que estudia las interacciones humanas y su entorno, con el fin de reducir el impacto negativo del hombre sobre la naturaleza. Se enfoca en la prevención, mitigación y solución de los problemas ambientales mediante estrategias sostenibles. Involucra diversas áreas científicas y sociales para: la evaluación del impacto ambiental, manejo adecuado de los residuos, contaminación, cambio climático, energías renovables, en general, la conservación de la biodiversidad.”
Vayamos a la obra, inicia con la descripción de la agonía del planeta Garyon por su devastadora situación ambiental que los ha llevado a un largo: “Periodo de estrecheces y pobreza.” Los garyoni deben buscar la supervivencia en otros planetas o morirán.
De las mil sondas de exploración enviadas al espacio, solo tres reportaron: “Un comunicado positivo. El equipo de telemedición de Garos, capital de Garyon, se dedicó rápido a descifrar el mensaje.”
Dieron la noticia que ubicaron tres planetas con las características generales de Garyon, y uno de ellos: “Proporcionaba una esperanzadora evidencia espectrográfica, agua abundante y una atmósfera semejante de dióxido de carbono-oxígeno-nitrógeno que había permitido la vida exuberante en Garyon.”
Ante la noticia, los garyoni en las calles rebosaban de alegría, el regocijo era tal, que el Consejo repartió: “Una tarjeta adicional de raals o raciones de alegría y condecoró al jefe de pruebas.”
También se descubrió que en ese planeta similar a Garyon: “Había una vida originaria. En consecuencia, el Alto Mando ordenó un fuerte aumento en la producción de armas de destrucción masiva y el adiestramiento de escuadrones jóvenes para la invasión.”
La prueba siguiente era situar una sonda en el planeta y realizar los análisis definitivos: “Tardaría siete años en arribar a su destino. Su informe tardaría otros siete años en llegar a Garyon. Y la fuerza expedicionaria emplearía otros siete años para alcanzar el lugar.”
Han pasado siete años y la sonda enviada se posa suavemente en la superficie del nuevo planeta: “Resultó ser una zanja junto a la Carretera federal 47, justo en el ascenso a las zonas industriales en la margen del río Passaic, en New Jersey. Era una hora punta y una hilera de camiones diesel lanzaba por el tubo de escape los desechos de su mala combustión. Se añadía, la de los autos que abarrotaban el trayecto.”
La sonda efectúa las pruebas atmosféricas, todas perfectas: oxígeno, nitrógeno, vapor de agua, argón. En Garyon -14 años después- gritaban de alegría, otra vez repartieron raals.
De repente sucedió lo imprevisto: “Monóxido de carbono 250 partes por millón. Dióxido de nitrógeno 1,75 partes por millón. Sulfito de hidrógeno 17 partes por millón. La multitud enmudeció. El jefe del Consejo dobló sus tentáculos y habló de filtros, todos gritaban y alzaban sus tentáculos.”
Hasta que alguien dijo: “No se puede colonizar un planeta con una atmósfera tóxica.”
Mientras la sonda seguía con su análisis, toma agua del río Passaic: “Absorbió residuos industriales y diversos elementos mal disueltos. Ante esto, la cápsula se elevó y desapareció. En Garyon nadie volvió hablar del asunto.”