El libro “Aura”, del escritor mexicano Carlos Fuentes, publicado en 1962, nos permite acercarnos a la teoría de la existencia de universos paralelos, los que en conjunto, forman un multiverso. Estudios que inician con el desarrollo de la física cuántica (el asombroso mundo atómico y subatómico, donde todas las formas de energía se liberan en unidades o paquetes llamados cuantos) y que en el tiempo llevarán a la Cosmología Cuántica (el mundo macroscópico y el Big Bang, la Gran Explosión Interestelar) que dice que no hubo una sola explosión, sino múltiples explosiones generando varios universos burbuja.
Estas conjeturas son avaladas por la Teoría de Cuerdas (inicio para una Teoría del Todo) que señala que las partículas subatómicas son en realidad “estados vibracionales” de un objeto. Por ejemplo un electrón no es un punto, sino una cuerda minúscula en forma de lazo vibrando en un espacio-tiempo de más de cuatro dimensiones. Entonces el universo no estaría constituido por partículas sino por minúsculos objetos unidimensionales en vibración y como asegura David Deutsch: “Quizá otro universo se encuentre en el mismo espacio que el nuestro pero en una rama diferente de la función de onda cuántica”.
Diríamos en términos generales que nosotros en este momento tendríamos otros nosotros que estarían simultáneamente haciendo lo mismo o estarían por hacerlo o ya lo hicieron, o estaríamos vivos y muertos, a la vez, en otro universo o varios universos.
Nos dice uno de los promotores más importantes de esta propuesta, el físico teórico Alexander Vilenkin: “En un conjunto infinito de universos, con un número infinito de galaxias y planetas e infinitas personas que se llaman como usted, se encuentran leyendo este mismo artículo”.
Con este fascinante contexto vayamos a nuestro libro de análisis, Aura, enmarcado en el género gótico. Género unido al terror y la fantasía, usualmente se despliega en un castillo (de ahí el nombre), monasterio o casa en ruinas, la atmósfera será de misterio y suspenso acompañada de escenas sobrenaturales, los personajes sufren un encarcelamiento y realizan sexo desenfrenado, no falta una doncella en apuros. Aura tiene todas estas características.
Debemos comentar que la obra está escrita en segunda persona: “Lees ese anuncio, recoges tu portafolio, dejas la propina, buscas una luz que te guíe” una forma novedosa de escribir de Fuentes, pareciera que tú (el lector) realizas las acciones.
Ahora unamos los universos paralelos con la obra. Primero tenemos que describir el universo uno, con el cual inicia la historia, un cafetín barato, luego las afueras de una casa del centro de la Ciudad de México, Donceles 815, con todo ese bullicio que la distingue. Allí llega Felipe Montero y es contratado por la señora Consuelo Llorente (anciana de cuerpo pequeño) para que reescriba las memorias de su marido el general Llorente, fallecido hace sesenta años. Cuando Felipe va a dejar el universo uno comenta: “Tratas inútilmente de retener una sola imagen de ese mundo exterior. Cierras el zaguán detrás de ti, penetras la oscuridad, el olor de las plantas podridas te envolverá”.
Ha ingresado al universo dos, a esa casona vieja alumbrada solo con velas y llena de ratas donde la luz, que permite contar el tiempo, se lo han comido las velas perpetuamente encendidas. La condición para que Felipe realice su trabajo es que debe vivir aquí. No iba aceptar pero ve a Aura, bellísima joven que reside en la casa, es quien prepara la comida, siempre riñones. Con ella al paso de los días tendrá sexo desbordante.
El parecido de Consuelo con Aura le llama la atención y por los documentos de trabajo deduce que la señora a la fecha tiene 109 años. Aquí es donde aparece el tercer universo. Consuelo por medio de sortilegios ha traído a su “yo joven” del universo del antes y es con quien Felipe ha estado teniendo amores, pero ella se ha ido: “Volverá Felipe, la traeremos juntos. Deja que recupere fuerzas y la haré regresar…”.