¿Se ha dado cuenta que en un gran porcentaje de lo que contratamos los resultados son de baja calidad?, Ejemplos los hay por montones, alguna vez escribí al respecto, pero hoy lo retomo, empezando con la contratación de técnicos de cualquier especialidad que se anuncian en redes o de voz en voz para reparar o dar mantenimiento a tal o cual aparto casero, llámese electrodomésticos tales como refrigeradores, lavadoras, hornos, microondas, aspiradoras, televisores, computadoras, aires acondicionados, etc. etc.
Hace días, bajo la recomendación de la página Lady Multitask, plataforma en donde puedes comprar, vender y ganar con el poder de miles de mujeres, le sugirieron a la familia a un técnico para reparar aires acondicionados y este acudió prontamente y en menos de dos horas se embolsó 2,500 pesos por sus servicios, sin embargo, a los pocos días el aparato volvió a fallar, el argumento del técnico fue que el desperfecto fue otro y el costo sería similar.
La duda quedó en el aire, ¿el técnico es o no es un oportunista, ante la ignorancia que la mayoría tenemos de las tripas de un aparato?, no se la respuesta, pero de que los hay los hay en muchísimos rubros; ahí están los talleres de las agencias de autos que cuestan un ojo de la cara, o ciertas especialidades médicas, en donde doctores lo primero que quieren es meterte al quirófano, pero otras opiniones te aclaran que no es necesaria la intervención quirúrgica.
Y qué decir del ofrecimiento y promesa que hacen compañías de internet, donde te dicen que su servicio será casi tan rápido como la velocidad de la luz, resultando que cuando ya en horario de relax te dispones a ver una película, la señal se hace más lenta que un perezoso de tres dedos.
Y si nos vamos a los servicios gubernamentales la cosa es similar o peor; las fallas en la calidad del agua, los cortes de energía eléctrica, los malos servicios en clínicas y hospitales, las obras con materiales de mala calidad, como carreteras, alumbrado, drenaje, transporte público, al igual que las patrullas y camiones recolectores con fallas constantes.
La eficiencia disminuye costos, brinda satisfacción y confianza, por lo que la conclusión sería: ¿por qué no bien y a la primera?