Gil lo leyó en su periódico ABC y más tarde en Aristegui Noticias: Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del ex presidente Andrés Manuel López Obrador, vivirá en Madrid, España, en La Moraleja, una de las zonas más exclusivas de todo el país, junto con su hijo Jesús Ernesto. La autora intelectual del pleito que el gobierno mexicano le enrostró a Felipe, la historiadora, cof, cof, que afirmó que la Monarquía y el gobierno español deberían pedir perdón a México por las atrocidades cometidas durante la conquista: pues ella misma ha pedido la nacionalidad española y se muda a vivir con los atroces españoles, probablemente muy cerca de donde vive el, ese sí, atroz ex presidente Peña. Caramba, lo que ve el que vive.
Gil estaba convencido de que la señora Gutiérrez Müller viviría en Cuba, o Venezuela, en el remoto caso de que decidiera abandonar el país que ella ayudó a transformar. Se sabe que los gobiernos, hermanos de la cuatroté, la habrían recibido con los brazos abiertos. ¿Y que creen?: que la señora eligió España para vivir y para que su hijo estudie teorías y prácticas un tanto cuanto neoliberales. ¿Por qué no una universidad cubana? ¿No? Una escuela venezolana. Tampoco. Con la pena, la congruencia es una fruta prohibida en la cuatroté. Pobre del papá, nomás le encajan corajones. Ji.
La Moraleja, y olé
En los periódicos españoles la noticia corrió como fuego en la paja y resalta que la escritora González Müller fue clave para que el 1 de marzo de 2019, el entonces presidente López Obrador enviara una carta al rey español donde le pidió “que el Reino de España exprese de manera pública y oficial el reconocimiento de los agravios causados”. Gran numerazo internacional, muy a la cubana, muy a lo Maduro.
Así y entonces la carta provocó tensión en las relaciones diplomáticas entre ambos países que llegó hasta el final del sexenio de López Obrador y la presidencia de Sheinbaum Pardo, a cuya investidura no fue invitado el Rey Felipe VI por no responder a la misiva antes mencionada. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que sí fue invitado, tachó de “inaceptable” aquella exclusión.
Su periódico ABC sugiere que la mudanza de Beatriz Gutiérrez a Madrid podría reflejar un distanciamiento tanto del ex presidente López Obrador, quien se retiró a su rancho en Palenque, Chiapas, al terminar su mandato, como de Sheinbaum. Pues sólo el Dios de Morena lo sabe, pero hay que tener cachaza para irse a España después del escándalo que ella armó acá en Palacio Nacional. “De exigir disculpas de España por la conquista de Hernán Cortés a instalarse en un exclusivo barrio de Madrid. El viraje vital de Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del ex presidente de México Andrés Manuel López Obrador, no deja de sorprender y evidencia diversas situaciones políticas y personales, como el posible alejamiento de la actual presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, así como de su marido.
La nota del ABC: “Sea como fuere, ya parece seguro que la esposa del ex mandatario pasará a formar parte, no se sabe si de forma provisional o permanente, de la cada vez más nutrida colonia mexicana en la capital de España”. Hasta el momento, Beatriz Gutiérrez Müller no ha confirmado o desmentido su cambio de residencia a España. Y no lo desmentirá ni con un cantejondo.
Indigenismo
Por cierto, el escritor Arturo Pérez-Reverte, compañero de páginas, acá en MILENIO, ironizó en redes sociales con el cambio de residencia de Gutiérrez Müller: “Violentando su honrada conciencia indigenista, imagino. Y la de su no menos honrado esposo.
ABC publicó en mayo la petición de Beatriz Gutiérrez Müller, bajo el amparo de la ley de Memoria Democrática, de la nacionalidad española -por ser nieta de catalanes, por parte de madre, y de castellanos, por parte de padre-. El medio español resaltó que pudo confirmar, por fuentes diplomáticas, que la esposa del ex presidente López Obrador pidió en marzo el permiso de residencia para instalarse en Madrid.
Todo es muy raro, caracho, como diría Jules D’Aurevilly: “Poner el remiendo junto al agujero nunca es la mejor solución”.
Gil s’en va