Política

¿Libertad de expresión? ¿Con qué se come?

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Gil no da crédito y cobranza, ni hipotecas ni pagos de acreedores y deudores, o como se diga. El Senado de la República aprobó en lo general y en lo particular el dictamen que expide la nueva Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión. Gil no les trae buenas noticias: la reforma establece la desaparición del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y la creación de la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT), que asumirá sus funciones como nueva autoridad reguladora.

La reforma que ha sido turnada a la Cámara de Diputados permitirá la geolocalización en tiempo real de todos los teléfonos celulares de los ciudadanos sin una orden judicial; y la posibilidad de suspender las trasmisiones de radio y televisión bajo el argumento de violar los derechos de las audiencias. ¿Cómo la ven? Ya sin albur.

Usted se va con sus amigos a una cantina, o mejor, le da la gana ir a un lugar non sacto, y un funcionario poderoso que no lo bien quiere desea saber de usted: geolocalicen a Gilga. Todo en orden, licenciado, Gil está en el amplísimo estudio. Se informa que el señor Gamés se encuentra en el mullido sillón. Por lo demás, suspender las emisiones de radio y televisión si violan los derechos de las audiencias, le ha puesto los pelos de punta y punto a Gamés: ¿quién decide qué y cuándo se violan los derechos de las audiencias? Uff.

Quitapón

Ciertamente el gobierno repartirá chupones y sonajas y ceñirá su frente con laureles al afirmar que entre los puntos más relevantes destaca la eliminación del controvertido artículo 109, que habría permitido el bloqueo temporal de plataformas digitales. Pero lea usted por favor: se mantiene el artículo 209, fracción IX, que permite a la Secretaría de Gobernación suspender de manera precautoria la transmisión de publicidad de gobiernos extranjeros, salvo en casos culturales, turísticos o deportivos, para asegurar el cumplimiento del marco legal nacional.

Sigamos con toda esta información que viene de su periódico El Universal en una nota de Luis Carlos Rodríguez: se prevé la creación de la Comisión Reguladora de Telecomunicaciones (CRT), un órgano desconcentrado de la ATDT con independencia técnica y operativa, encargado de resolver, supervisar y dictar lineamientos regulatorios con base en criterios técnicos y pluralidad institucional. La gran cosa. Gil se abraza.

En el debate, Manuel Añorve Baños, del PRI, aseguró que el proyecto busca eliminar la libertad de expresión e imponer el autoritarismo digital, pues más allá de los cambios que le hayan hecho al dictamen, permanece la lógica de control, vigilancia, simulación y censura, “porque ahora se le va a bajar el switch a la televisora o estación de radio que se atreva a contradecir al gobierno”. Pues sí, tal cual, ni lo duden.

Alejandro Moreno, senador y dirigente del PRI, argumentó que esta nueva ley “es la guía de bolsillo para construir y fortalecer un régimen antidemocrático, dictatorial y deja claro que es una ley censura, es parte, como se ha dicho aquí, de un big brother del bienestar para controlar la vida, la palabra y lo que diga cada ciudadano”. Gamés detesta estar de acuerdo, aunque sea por una vez con Alito. ¡Qué horror, pero que verdad!

 

El PT, súper bien, y Anaya

Por el PT, Lizeth Sánchez García indicó que respalda con firmeza la reforma por representar un paso fundamental para un México más inclusivo, justo y más conectado, pues combate la desigualdad digital y garantiza que los derechos fundamentales se ejerzan en el siglo XXI, sumado a que en el dictamen “no se impuso una visión única ni se cerraron las puertas al diálogo”. Gil guarda silencio, no sea que lo acusen de violencia política de género.

En el debate ríspido, por no decir muy cabrón, el senador del PAN, Ricardo Anaya, argumentó el voto en contra de la bancada y apuntó: “Lo denunciamos, era la ley censura y la ley censura se queda (…) No podemos acompañar una legislación que va a permitir que espíen la ubicación de los ciudadanos y le va a poner una pistola en la cabeza a las televisoras y a los radiodifusores para que no publiquen lo que al régimen le incomoda (…) Geolocalización en tiempo real, poder para suspender transmisiones. Eso es censura, eso es autoritarismo”.

Gil se ha puesto muy nervioso, inquieto y se encuentra preso de ansiedad.

Todo es muy raro caracho, como diría Rosa Luxemburgo: “La libertad es siempre y exclusivamente libertad para el que piensa de otro modo”. 

Gil s’en va


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Gil Gamés
  • Gil Gamés
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  • Entre su obra destacan Me perderé contigo, Esta vez para siempre, Llamadas nocturnas, Paraísos duros de roer, Nos acompañan los muertos, El corazón es un gitano y El cerebro de mi hermano. Escribe bajo el pseudónomo de Gil Gamés de lunes a viernes su columna "Uno hasta el fondo" y todos los viernes su columna "Prácticas indecibles"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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