Un libro redujo el pesimismo y la desazón que provocaron en Gil las más recientes y catastróficas noticias de la vida política mexicana: La noche de la verdad: los artículos de Combat (1944-1949) (Debate, 2021). Albert Camus fue nombrado redactor en jefe de Combat, periódico de la resistencia francesa contra el nazismo, en otoño de 1943 y a sus treinta años de edad. “El periódico existía desde diciembre de 1941, cuando tiraba irregularmente apenas mil copias; a finales de 1943 llegaba a las 250 mil. Su alcance era notable y la publicación servía como centro de relaciones para los miembros de la Resistencia”, escribe Manuel Arias Maldonado en el prólogo de este extraordinario compendio de artículos políticos. “Camus describe Combat como un periódico cercano al socialismo, que es crítico con el marxismo y el cristianismo pero se empeña —con poco éxito— en dialogar con ambos”.
Diría también, al final de la aventura, “que Combat nunca quiso ser un periódico de partido; se trataba de contribuir al debate pluralista con arreglo al espíritu de la Resistencia: «Al sublevársele el corazón consolidó [la Resistencia] unas cuantas verdades de la inteligencia»”.
Escribe Arias Maldonado: “Este volumen ocupa así una posición central en el tenso arco de la obra de Camus si queremos saber qué hizo el escritor durante la guerra”. Se han cumplido ochenta años de la liberación de París ocurrida entre 19 y 25 de agosto de 1944. Gil arroja a esta página del fondo algo de Albert Camus en la prensa combativa.
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Marzo de 1944
A guerra total, resistencia total.
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“Nunca es inútil mentir. La mentira más descarada, con tal de que se repita lo suficiente y durante el tiempo suficiente, siempre deja huella. Este es un principio que la propaganda alemana ha tomado como propio…”.
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Pero si la mentira, con una tirada de millones de ejemplares, conserva pese a todo cierto poder, basta al menos con decir la verdad para que la mentira retroceda.
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22 de agosto de 1944
No somos hombres que odien. Pero no nos queda más remedio que ser hombres justos.
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No hay dos políticas, solo hay una, y es la que compromete: la política del honor.
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24 de agosto de 1944
París dispara todas sus balas en la noche de agosto. En este gigantesco decorado de piedras y aguas, alrededor de este río de olas preñadas de historia, las barricadas de la libertad una vez más se han alzado. Una vez más hay que pagar la justicia con la sangre de los hombres.
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25 de agosto de 1944
Mientras las balas de la libertad silban aún por la ciudad, los cañones de la liberación cruzan las puertas de París entre gritos y flores. Esta noche vale sobradamente un mundo, es la noche de la verdad.
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15 de septiembre de 1944
En 1933 un personaje ávido y frenético se encaramaba en Alemania sobre los escombros de la República de Weimar y anunciaba a su pueblo, encantado de la vida, y al mundo, incrédulo, que daba comienzo un espléndido destino para su país y para él. Once años después, los ejércitos enemigos pisan el suelo de la patria alemana y le dan el golpe de gracia a esa nación extenuada por diez años en armas y cinco entre las llamas de la guerra. El experimento es concluyente.
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17 de septiembre de 1944
¿Qué hace el pueblo alemán? El pueblo alemán duerme. Duerme con un sueño por el que cruzan pesadillas y angustias, pero duerme. Y ese pueblo, cuyo despertar estuvimos esperando tanto tiempo, sigue callando tras sus fronteras mutiladas, empecinado, mudo en lo referido a los crímenes que se cometieron en su nombre, resignado a las terribles heridas que caen sobre sus ciudades.
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30 de septiembre de 1944
Para los espíritus decididos la verdad es siempre la mejor noticia.
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1 de octubre de 1944
Nuestra idea es que debe reinar la justicia en el plano de la economía y que hay que garantizar la libertad en el plano de la política.
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Todo es muy raro, caracho, como diría Camus: “La gente nunca está convencida de tus razones, de tu sinceridad, de tu seriedad o tus sufrimientos, salvo si te mueres”.
Gil s’en va